Comer grandes cantidades de comida en un tiempo límite para que la comida o cena sea gratis, formar parte de un muro de la fama o llevarse una camiseta. Eso es lo que ofrecen los restaurantes con retos, un tipo de establecimientos que proponen a sus comensales unos desafíos gastronómicos que incluyen acabar, por ejemplo con más de dos kilos de alimento en 30 minutos. Casi nada.
Aquellas personas dispuestas a darse un atracón para comer sin pagar, llevarse la gloria y formar parte de la pared de la fama de estos establecimientos, pueden encontrar en Barcelona diferentes locales que ofrecen retos para ello.
Donde Siempre
En este restaurante venezolano, donde las arepas y las cachapas son protagonistas en su carta habitual, hay una propuesta muy particular para los jueves por la tarde: el reto del Pepito Titanic. Una especie de bocadillo de más de 2,5 kilos con carne, hortalizas, salsas y patatas fritas que lo rodean.
Cuesta 30 euros, siempre que no se cumpla una salvedad: si se devora en menos de 30 minutos no hay que pagarlo. Además quien lo consiga recibirá una camiseta que dice "Yo me comí el Pepito Titanic de Donde Siempre" y un diploma. Su foto estará en la denominada Pared de la Gloria.
Hamburguesería Anauco
Anauco cuenta con establecimientos en Madrid y en Barcelona en los que se sirven todo tipo de hamburguesas. Pero entre su oferta hay algo que destaca por precio y cantidad: el Reto Anauco. Más de un kilo de carne de ternera, 200 gramos de bacon, 200 gramos de queso cheddar, cuatro huevos fritos, cebolla caramelizada, pepinillos, lechuga, salsa, lechuga y 250 gramos de patata.
Un reto que cuesta 39,90 euros si no se supera, pero que en caso de superarlo no tiene coste y que recompensa con una foto en el Hall of Fame y su correspondiente camiseta honorífica.
The George Payne - Plaça d'Urquinaona, 5
Este típico pub irlandés tiene el Triple Trouble Burger Challenge como reto para superar. Un desafío que como su nombre implica comerse tres hamburguesas, una Chris, una Hawaian y una Diablo (la más picante de su carta), todas ellas sobre una cama de patatas y una pinta de la clásica cerveza negra Guinness.
Media hora es el tiempo límite para no tener que pagar los 35 euros que vale.