Las personas que tienen más de 60 años y que pertenecen al colectivo LGTBI sufren una doble discriminación: por una parte, se refleja la homofobia hacia el grupo y, por otra, el rechazo por su avanzada edad.

Esta es una de las conclusiones de un estudio encaragado por la Diputación de Barcelona, que ha sido presentado --aunque no editado-- en una jornada sobre diversidad sexual y de género en ancianos. La investigación parte del afán de "dar visibilidad" y de "reflexionar" sobre las personas LGTBI de edad avanzada, un grupo social que no se suele tener en mente, en primera instancia, cuando se habla de este colectivo.

Invisibles en la sociedad

El estudio "pone de relieve la invisibilidad social que todavía existe respecto de este grupo" y destaca los "retos" a lograr en torno a la realidad de las personas LGTBI mayores de 60 años. La investigación ha sido llevada a cabo por Grup d'Innovació i Recerca en Treball Social (GRITS), la Fundació Envelliment y Salut de la UAB, la Fundació Enllaç i la Associació Encara en Acció. El trabajo se ha estructurado en diferentes apartados, como las relaciones; salud y autonomía, discriminación y servicios. 

Además de la edad, de la orientación sexual y la identidad de género, el estudio revela otros ejes de discriminación. Por ejemplo, gran parte de las mujeres entrevistadas aseguran que todavía hay incomprensión, por parte de las familias y círculos sociales cercanos, durante los procesos de "salida del armario". 

Salud y servicios

En el ámbito dedicado a los servicios, se observa que los centros para personas mayores son percibidos como "no deseables debido a la rigidez con la que se tratan los roles de género". Los profesionales consultados han constatado que la ocultación dificulta el diagnóstico y la intervención en estos colectivos y, sobre todo, que las políticas y acciones institucionales hacia el colectivo LGTBI no tienen en cuenta a las personas de edades avanzadas, sino que se centran especialmente en las personas más jóvenes.

En el ámbito de la salud, destaca que la calidad de vida de las mujeres transexuales mayores puede estar condicionada por los efectos adversos producidos por los procesos de hormonación actuales y pasados, que pueden coincidir con tratamientos antirretrovirales, y en cuanto a los hombres gays entrevistados, se desprende que aún ahora el VIH está condicionando de forma profunda conductas sexuales y sociales.