¿Mochila o consola de 'Tetris'?

A la vista del último lanzamiento de la marca PIX resulta complicado tener del todo claro de qué se trata en realidad. Partiendo de la premisa de que es una mochila, al verla surgen ciertas dudas: ¿es como el resto de mochilas del mercado o es la versión comercial del bolsillo mágico del gato cósmico Doraemon? ¿Acaso es una consola grande? ¿La nueva propuesta de alumbrado de Marina d’Or? Sí y no como respuesta a todas estas preguntas. Sí a que es una mochila, aunque no sea una al uso. Sí a que es una consola gracias a su diseño tecnológico. No a que sea el bolsillo mágico del amigo de Nobita, aunque su apariencia la convierta en una mochila multifunción. Y no a que sea el futuro despliegue lumínico de la Ciudad de Vacaciones, a pesar de su iluminación de diodos led.

Mochila multifunción de la marca Pix / PIX

Mochila multifunción de la marca Pix / PIX

La firma PIX y su creador, Sergii Iezdin, la presentan al mundo como una mochila con la que jugar a Tetris, ese legendario videojuego de los años 80 que consiste en encajar piezas en un puzle sin final y que el pasado mes de febrero fue actualizado gracias a una nueva versión llamada Tetris 99. Pero, ¿cómo es posible que una mochila sirva de pantalla para un videojuego? La explicación está en que se ha acoplado a la bolsa iluminación de diodos tipo led. De esta forma, su parte trasera se convierte en una pantalla con la que crear dibujos, proyectar señales informativas o escribir mensajes.

Una mochila similar a un móvil o a una tablet

PIX ha puesto al servicio de los clientes una app con la que convertir sus teléfonos móviles en un mando con el que interactuar con la súper bolsa. A través del sistema bluetooth se podrá hacer en la pantalla led de este macuto lo mismo que se hace en la pantalla de un teléfono móvil o una tablet. Y todo esto sin olvidar que cuenta con departamentos, espacios y cremalleras para guardar y trasportar cosas.

El inventor de este funcional artilugio ha estimado un precio de venta al público de unos 218 dólares, lo que se traduce en unos 193 euros. Él lleva invertidos unos 35.000 dólares y una recaudación superior a 270.000 dólares (más de 240.000 euros). Y es que, por lo que parece, a Sergii Iezdin las cuentas han encajado mejor que las piezas del Tetris.