El presupuesto 'elige' las vacaciones de los españoles
Un estudio revela las concesiones que están dispuestos a realizar los viajeros de España para que sus viajes sean más económicos
24 marzo, 2019 13:47“¿Hasta dónde están dispuestos a llegar los españoles para conseguir los vuelos más económicos para sus vacaciones?”. Es la pregunta que han trasladado a los viajeros desde Liligo para la elaboración de su nuevo estudio, que revela que más de la mitad de los españoles (58%) deciden el destino de sus vacaciones según su presupuesto, aunque siempre buscando un punto de encuentro entre los precios más económicos y sus listas de preferencias.
El grupo de edad en el que más influye el presupuesto es en el de los jóvenes de entre 25 y 34 años, un 33 % de los cuales admite decantarse por un lugar u otro dependiendo exclusivamente del dinero disponible para invertir en la escapada.
Una o más escalas para abaratar el precio del billete
Los vuelos directos normalmente suelen ser más caros, de ahí que el 58 % de los encuestados estén dispuestos a prescindir de ellos para ahorrar en sus viajes. Eso sí, con la condición de que únicamente haya una escala durante el trayecto. Contrastan mucho las respuestas según las edades de los viajeros. Mientras las personas de entre 18 y 24 años se muestran favorables a hacer más de una parada para abaratar costes, los más reacios a las escalas son los mayores de 55 años, que ponen de excusa “la incomodidad y la organización que se requiere para planificar y realizar vuelos con muchas escalas”.
Una mujer en un avión mirando por la ventana / FREEPIK
Las aerolíneas low cost son otra buena opción para ahorrar en unas vacaciones. El 49 % de los españoles son favorables a reservar un vuelo de bajo coste, sin condiciones especiales, si esto les permite pagar menos por sus billetes de avión. No extraña que sean los jóvenes de entre 18 y 24 años los que más dispuestos estén a hacer concesiones en la comodidad (no facturar su equipaje, no disfrutar de comida gratis a bordo o viajar desde aeropuertos secundarios), ni que sean los de mayor edad los que más exigencias con los vuelos de bajo coste.
¿Cambiar la fecha de las vacaciones para conseguir un mejor precio?
El precio de unas vacaciones está muy condicionado por el momento del año en que tenga lugar el viaje. De esta forma, a cinco de cada diez encuestados por el buscador no les importaría cambiar las fechas de sus vacaciones para beneficiarse de un precio más bajo, aunque sólo en el caso de que la diferencia sea “realmente significativa”. Nuevamente son los viajeros más jóvenes los más abiertos a hacer concesiones para obtener una tarifa más baja.
“Podemos concluir que la prioridad para este grupo de edad es sobre todo poder viajar al mejor precio posible, incluso si eso significa que deban permanecer más o menos tiempo en el lugar de sus vacaciones”, apuntan los responsables del informe, que añaden que los viajeros de las franjas de edades comprendidas entre los 45 y 54 años y el grupo de 55 años o más son los más exigentes y los más apegados a sus hábitos. “Por este motivo, en general, precisan de una ventaja financiera real para mostrarse dispuestos a cambiar las fechas elegidas originalmente o fuera de sus períodos de vacaciones preferidos”.
Alojamientos alternativos más baratos que los tradicionales
La economía colaborativa está cambiando la rutina de los viajeros. De esta forma, los hoteles y apartamentos tradicionales están perdiendo terreno en favor de tendencias como el couchsurfing, aunque a los españoles no les terminan de convencer del todo. El estudio de Liligo desvela que el 59 % se muestra totalmente en contra de dormir en la casa de un desconocido para reducir la parte del presupuesto correspondiente al alojamiento. Una respuesta negativa que se acentúa entre los viajeros de 55 o más así como entre los de 35-44 años “probablemente porque es un grupo de edad que tiene que viajar con niños y, por lo tanto, necesita un mínimo de espacio personal”.
Un 31% de los encuestados están más abiertos a probar esta experiencia, en su mayoría jóvenes de entre 18 y 24 años, pero ponen como condición que exista la posibilidad de tener un espacio personal. “Esto se debe, sin duda, a la gran adaptabilidad de los jóvenes para situaciones un poco menos cómodas si les permite viajar, especialmente a un menor coste”, concluyen.