Cinco escapadas gastronómicas para viajar con el estómago

El 54% de los viajeros del mundo adora vivir experiencias gastronómicas auténticas cuando se van de vacaciones. Un 22% escoge su destino pensando en una disfrutar de la gastronomía como motivación principal y un 25% de los viajeros afirma que evita hacer viajes a destinos sin una cultura culinaria reconocida. Son conclusiones de una encuesta realizada por Booking, en la que se revela la importancia que tiene la gastronomía en los viajes.

Aprovechando estos datos, desde el portal quieren invitar a todas esas personas "que cuando van de vacaciones no paran de pensar en comer" a un viaje gastronómico único en el que descubrir sabores, lugares y aromas que nunca se olvidarán. "A través de la comida puedes sumergirte en cultura diferentes y aprender recetas que luego puedes preparar en casa, ya sea con un chef particular, con una clase de cocina tradicional, con una ruta de restaurantes, un mercadillo de comida callejera o un festival gastronómico", señalan antes de recomendar estas cinco propuestas.

Clase de cocina en Kioto (Japón)

Kioto mantiene la esencia de las tradiciones de Japón, por lo que es un lugar ideal para probar comida japonesa auténtica. De hecho, los viajeros comentan que lo más destacado de esta ciudad es su comida.

Comida en Shinwaen (Kioto) / BOOKING

Para llevarse un pedacito del país de vuelta a casa, una buena opción es asistir a una clase de cocina local para aprender a preparar recetas exquisitas. Entre ellas, por supuesto, diversas formas de sushi con las que sorprender a tu familia y a tus amigos.

Ruta de restaurantes en Melbourne (Australia)

Melbourne es conocida por su animado ambiente, sus impresionantes paisajes y la amabilidad de su gente. Esta ciudad tiene una gran oferta cultural y gastronómica. Una buena forma de conocer el lugar es apostar por la gran variedad de restaurantes, bares y cafeterías en la orilla del concurrido río Yarra.

A los viajeros les encanta la comida de la capital australiana, por eso apuntarse a una ruta de restaurantes es una manera fantástica de hincar el diente a algunos de los platos típicos que ofrece esta ciudad tan dinámica.

Comida callejera en Seattle (Estados Unidos)

Los amantes de la comida no pueden dejar de visitar el Pike Place Market de Seattle, indiscutiblemente uno de los mercados más famosos de todo Estados Unidos. Situado en el centro de la ciudad, este mercado tiene más de 100 años de historia y ofrece de todo: desde pescado fresco hasta queso artesanal, pasta fresca y trufas silvestres.

Además, en las decenas de restaurantes repartidos por el mercado se puede probar todo tipo de comida de la zona. Los usuarios del buscador web señalan que la comida es uno de los motivos principales por los que visitar esta ciudad norteamericana.

Cocinar con un chef en la Toscana (Italia)

¿Hay alguna forma mejor de probar los sabores de la Toscana italiana que invitando a un chef particular a tu casa de vacaciones? El 49% de los viajeros de todo el mundo piensa que este año se quedarán, al menos una vez, en un alojamiento con cocina y muchos podrían utilizarla para descubrir la gastronomía de la zona.

Escapada gastronómica en Fienile Da Primo (Toscana) / BOOKING

Casi 17.000 viajeros han recomendado la Toscana por su amplia carta, por lo que organizar una clase de cocina con un cocinero particular es una manera estupenda de aprender a preparar platos típicos de la región para chuparse los dedos.

Festivales gastronómicos de Hokitika (Nueva Zelanda)

Los foodies más atrevidos no se pueden perder el Wildfoods Festival de Hokitika, un evento fundamental para ese 49% de viajeros que quieren probar más variedades de comida autóctona cuando viajan. Durante este festival, la pintoresca localidad neozelandesa se transforma en todo un paraíso para los amantes de la cocina más aventureros. Ofrece platos con ingredientes que nunca se hubieran planteado considerar comida: criadillas, gusanos, chuletas de zarigüeya o incluso larvas de escarabajo huhu.

Es necesario recalcar que los festivales gastronómicos son una manera ideal de conocer a gente de la zona y de empaparse de la cultura del país, además de llenar bien el estómago.