Un perfume es algo más que un producto cosmético que realza la belleza de una persona. Durante siglos, los aromas han sido utilizados para elevar los sentidos y por todo el efecto positivo que tienen en las emociones. Y es que la autoestima aumenta al sentirse bien. Por eso, escoger la fragancia con los ingredientes adecuados ayuda a mejorar el estado anímico y a mantener una agradable sensación de bienestar.
La naturaleza ofrece una gran cantidad de aromas que estimulan los sentidos y despiertan emociones que hacen que la gente se sienta bien consigo misma. Son una terapia en un frasco a la que se puede recurrir en cualquier momento. “Los olores pueden tener algunas conexiones con las emociones, ya que uno agradable te puede poner de buen humor todo el día. Es por esta razón que muchas veces se utilizan para ayudar a las personas a relajarse del estrés y la ansiedad”, señalan las conclusiones de un estudio difundido por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos sobre el uso de aromas y aceites esenciales.
Aromas frutales
Un análisis realizado a la nueva fragancia Solo Ella ha desvelado que uno de los aromas más buscados en un perfume es el frutal por su capacidad de aumentar la sensación de felicidad. “Olores como los que provienen del melocotón, la manzana, las fresas y las cerezas evocan momentos como el verano, los cuales están asociados con las vacaciones y con la alegría de esa estación. Todo un éxtasis de emociones positivas que, sin duda, ayudan a teletransportarse hasta lugares placenteros”, explican desde Loewe Perfumes.
“La naranja, el limón y otras notas hespérides son olores muy frescos que causan un efecto de goce casi de inmediato. Además, tienen una propiedad relajante que permite controlar la ansiedad, aumentando nuestro nivel de confianza”, añaden los expertor perfumistas de la casa.
Otras notas a valorar en un perfume
Los que no pueden faltar son las notas amaderadas, como el cedro y el ámbar, que dentro de un perfume pueden tener efectos reconfortantes, que evocan la naturaleza y lugares de paz y tranquilidad. Y no hay que olvidarse de otros aceites esenciales como la vainilla (una nota gourmand), el sándalo (una nota ambarada cálida y misteriosa) o de notas especiadas como la canela.
Aquellas fragancias que están compuestas por estas esencias son muy utilizadas en épocas como el otoño y el invierno por rememorar momentos felices de la infancia en el hogar, además de por aportar una indescriptible sensación confortable en esos días grises. “Su efecto nos envuelve en una intensa sensación olfativa que nos mantiene contentos y con optimismo”, añaden.