Giste, cabeza, corona… Existen varias formas de nombrar la espuma que se crea al verter cerveza en el vaso, pero si en algo están de acuerdo los expertos en esta bebida es que, se llame como se llame, siempre tiene que estar presente en el recipiente. Y la explicación sencilla y visual de los porqués se ha vuelto viral en las redes.
El nicaragüense José Marcel Sánchez ha colgado en internet un vídeo que muestra en tan solo 28 segundos la cantidad de gas que contiene una cerveza que no ha sido vertida correctamente en un vaso. Y que, por ende, no ha creado espuma. El vídeo ha capturado la atención de los usuarios de internet y ha acaparado cerca de 41.000 retuits y más de 88.000 me gusta en Twitter en menos de dos días.
Gas en el estómago
En el vídeo, José Marcel se sirve una cerveza en un vaso intentando crear el mínimo giste posible. Avisa de que “se ve horrible” y recuerda que “una buena cerveza se sirve con espuma”, pero lo hace para mostrar a los espectadores la cantidad de gas que se conserva en la bebida de esta manera. Y por ende, que pasa al estómago al beberla.
Al remover la cerveza con una pajita el gas sube y rebosa el vaso y explica que esta es la reacción por la que los bebedores de cerveza mal vertida se sienten hinchados.
El vídeo de José Marcel Sánchez donde explica por qué es necesario crear espuma al verter una cerveza en un vaso
‘Tirar’ una buena cerveza
A continuación explica que la formación de la espuma también afecta al sabor de la bebida. “Si nosotros logramos reventar todo este dióxido de carbono que tiene la cerveza en el vaso, no revienta en nuestro estómago y nos permite disfrutar mejor del producto”, asegura.
Como ejemplo, se sirve otra cerveza de forma “correcta” y vuelve a agitarla. Pero aquí la reacción es diferente, ya que al haber creado espuma al verterla en el vaso la cantidad de gas se ha reducido considerablemente y el líquido no rebosa.