Hay personas que no saben asumir una mala crítica y que, incluso, a veces pierden los papeles y entran en el desprecio contra quien haya osado criticarla. Y esto no sólo ocurre en el cara a cara, también pasa en las opiniones en internet sobre lugares, bares y restaurantes, donde a veces se ven verdaderas batallas campales verbales entre el cliente y el representante del establecimiento.
Este es el caso del bar Beti Jai, en el madrileño barrio de Chueca, cuyo dueño no solo no acepta las críticas negativas sino que incluso reprende a quienes las hacen hasta el punto de llegar a increparles con insultos como “gilipollas”, “mentiroso”, “amargada” o “tontolaba”.
“A ti no te recomiendo ni en pintura"
Las reseñas en Google de este bar --que tiene una nota media de 2,9 sobre 5 con un total de 81 comentarios en estos momentos-- son toda una amalgama de malas formas contra los clientes. Uno de ellos, por ejemplo, declara que no recomienda este lugar “para nada” por sus altos precios y platos pequeños, además de no haberle gustado la actitud del dueño. La respuesta de este ha sido contundente: “A ti no te recomiendo ni en pintura. Gracias”.
A otra persona, destacada como “guía local” por la aplicación, opina que el bar “no es nada recomendable” por la “atención pésima” y la “cara de amargados” de los camareros mientras discutían entre ellos. El propietario le contesta que no suele contestar a personas “amargadas como tú. BARATA”.
Entrada del bar Beti Jai en Madrid / BETI JAI
“La chica del tontolaba ese”
Y no sólo insulta a quien hace el comentario, sino que también a los y las acompañantes. Una chica que se quejaba públicamente del local “muy poco acogedor, precios excesivos. Una muy mala experiencia”, ha recibido la siguiente contestación: “Tu eres la chica del tontolaba ese pobrecita no sabes con quién andas y al tontolaba le dices que de la cara y no se esconda ok y adiós”.
No duda en llamar “desagradable e impresentable y cobarde” a un usuario que hace referencia tanto a las respuestas online del dueño como a los altos precios. Y no contento con esto, continúa: “Las cosas me las dices a la cara si tienes huevos gilipollas y mentiroso”.
Aumenta la fama
El bar comienza a hacerse, incluso, famoso por las contestaciones del propietario. Lo demuestra una reseña (de una estrella) que escribe Eduardo T: “Yo nunca he estado, pero quiero que me conteste el dueño. BARATO QUE ERES UN BARATO”.
Por ahora, este comentario no ha obtenido su esperada respuesta.