Si hay un invento que ha llevado el nombre de Cataluña por todo el mundo, sin duda es el de los Chupa Chups. Aunque ahora pueda parecer sorprendente, ponerle un palo a un caramelo fue una idea revolucionaria a finales de los años 50, cuando Enric Bernat Fontlladosa comenzó a comercializar los Chups. Porque ese fue su nombre original hasta que una campaña publicitaria cuya canción decía “Chupa un caramelo, chupa, chupa… chupa Chups” provocó que la gente comenzara a llamarlos Chupa Chups, manteniéndose ese nombre hasta nuestros días.
En un principio, Bernat quiso contribuir a que los niños no se mancharan las manos al comer caramelos pinchándolos en un tenedor. Ese fue el prototipo inicial, sin embargo después de hacer varias pruebas lo cambió por un palo de madera, menos costoso para la empresa y más seguro para los consumidores.
El ingenio de Salvador Dalí al servicio de la compañía
No fue hasta más de una década después de su nacimiento cuando Chupa Chups se decidió a rediseñar su logotipo. Y para esta tarea se contó con otro catalán ilustre, el mismísimo Salvador Dalí. Fue el pintor el que creó la icónica enseña y, además, se dice que lo dibujó en apenas unas hora.
Niños alrededor del logotipo de Chupa Chups / CHUPA CHUPS
La imagen de la compañía se renovó en 1969, pero ese mismo año también llegó otra innovación al producto. Se sustituyó el palo de madera por uno de plástico, que era más higiénico, seguro y barato.
Johan Cruyff, el entrenador pegado a un Chupa Chups
La imagen de Johan Cruyff en el banquillo del Barça comiéndose un Chupa Chups se convirtió en icónica después de que el entrenador sufriera un percance de salud y se viera obligado a dejar de fumar. Estos caramelos sirvieron de sustitutivo para el tabaco. Pero no ha sido el único personaje famoso relacionado con la empresa. Han sido muchas las caras conocidas que han protagonizado campañas publicitarias y han sido vistos en público consumiendo Chupa Chups: las Spice Girls, Rivaldo, Harrison Ford, Giorgio Armani...
Por cierto, Chupa Chups tiene el honor de ser el primer caramelo con palo que fue consumido en el espacio exterior. En 1995 los astronautas rusos se llevaron consigo un buen cargamento de este producto a la estación espacial MIR para, al igual que Cruyff, servir como sustituto de los cigarrillos.