Buzzy, inyecciones sin dolor para los niños (y no tan niños)
La abeja Buzzy utiliza el frío y las vibraciones para eliminar la sensación de dolor en procedimientos como las vacunas o la extracción de sangre
19 junio, 2018 14:04Las agujas se encuentran entre los miedos principales de los niños; de ahí que los hospitales no sean de sus sitios preferidos. Argumentan que normalmente cuando acuden a estos centros es para que les hagan daño. Sin embargo, gracias a herramientas como Buzzy la tendencia puede cambiar.
Buzzy es un inhibidor sensorial del dolor creado en México. Utilizando frío y vibraciones, ha demostrado bloquear efectivamente el dolor producido por inyecciones, vacunas, muestras de laboratorio y dolor general.
La abeja Buzzy al rescate
Buzzy utiliza la teoría del control de puertas para aliviar el dolor. “Las sensaciones de frío, vibración y dolor viajan por los mismos canales nerviosos. La abeja Buzzy aprovecha esta situación para confundir al cerebro y provocar que las sensaciones dolorosas sean menos intensas. Y en algunos casos se consigue que sean inexistentes”, explican sus creadores.
Aunque por lo general Buzzy se utiliza para los pacientes más pequeños, este sistema fue diseñado para personas de todas las edades y condiciones médicas. Además de para las inyecciones y las muestras de sangre, Buzzy también es ideal para ser utilizado en procedimientos cosméticos, como remedio para dolores generales, dolores crónicos, artritis y en tratamientos contra la diabetes.
Buzzy ‘vuela’ hasta tu casa
Cada vez son más los hospitales que utilizan Buzzy, como por ejemplo el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, que lo ha integrado dentro de Hospital sin dolor, un programa que incide pequeños procedimientos que no requieren de anestesia general, como la extracción de sangre o la cura de heridas, para que no supongan un sufrimiento innecesario para el paciente.
Sin embargo, cualquier persona puede hacerse con su propio dispositivo. Buzzy se puede comprar a través de esta página web. Están disponibles tanto kits para uso personal con un precio desde 1.100 pesos (unos 48 euros), como para uso profesional con un precio desde 1.850 pesos (unos 81 euros).