Una mujer descubre en una mancha de nacimiento a su hermana gemela

Taylor Muhl es una cantante y modelo californiana que ha causado sensación en las redes debido al extraño trastorno que padece desde su nacimiento y del que no ha sido consciente hasta hace unos años. Muhl tiene, además, una gemela. Algo bastante habitual, si no fuera porque ella misma es su propia hermana. ¿Has oído hablar alguna vez del quimerismo? Tan solo un centenar de personas en todo el mundo padecen esta extraña enfermedad, que consiste en la fusión de dos fetos durante el embarazo.

Fuera de lo habitual

El quimerismo es un trastorno genético cuya teoría defiende que, tras la fecundación, dos cigotos se combinan formando uno solo, que es el que finalmente se desarrolla con normalidad. Por consecuencia, este individuo posee dos tipos de células diferentes, cada una con una constitución genética distinta. Además, la mayoría de órganos y partes del cuerpo presentan células con ADN contrario.

Una de las formas en las que el quimerismo se materializa es a través de la aparición de una enorme mancha en la piel, que normalmente presenta un color más oscuro del habitual. Este es el caso de la joven Taylor Muhl, que desde pequeña luce con orgullo una marca de color rojizo que ocupa la mitad de su abdomen.

Un trastorno casi desconocido

Esta alteración genética supuso un auténtico problema para la paciente durante su adolescencia. "Empecé a tener problemas del sistema inmunitario bastante graves en la preadolescencia. Al ser tan joven era muy duro, sobre todo porque no sabía por qué estaba enferma", aseguró la propia Mulh en su blog personal tras conocer el diagnóstico. Sin embargo, este no es el único signo de dicha afección. También tiene un diente doble en el lado izquierdo la boca e infinidad de alergias a todo tipo de sustancias, animales y alimentos.

Taylor Muhl muestra la mancha de su abdomen / STANISLAV KUPTSOV / MWN

Y no solo eso, "me dijeron que tengo dos sistemas inmunes y dos torrentes sanguíneos”, añadió Taylor en la publicación. Afortunadamente, el quimerismo no afecta notablemente a la calidad de vida del paciente, a excepción de esa pigmentación alterada tan característica.