La Navidad siempre se asocia a actos relacionados con la bondad. Es un momento en el que la sociedad cambia su mentalidad para ser más amable con los demás y regalar, por poco que se tenga, alguna cosa a los seres queridos en señal de afecto. Pese a ser una época asociada con una festividad religiosa, Papá Noel ha logrado con el paso de los años convertirse en el icono más representativo de estas fechas, aunque no es el único, también están los Reyes Magos. Menos conocido es El Grinch, un extraño ser verde del que la sociedad tiene noticias sobre todo a través del cine. Pero ¿cuál es su verdadera historia?
Papá Noel forma parte de la cultura popular, ya que su origen se remonta al siglo VI según estudios, pero El Grinch es mucho más reciente. Theodor Seuss Geisel, más conocido como Dr. Seuss, fue un escritor y caricaturista estadounidense que publicó más de sesenta libros infantiles, entre ellos ¡Cómo el Grinch robó la Navidad! en 1957.
El Grinch es una crítica al consumo navideño
En el año 1957, la Navidad había perdido ese sentimiento familiar de estar con los suyos, para pasar a ser la época de las compras compulsivas, algo que quiso reflejar el escritor en este cuento. El Grinch vive en lo alto del Monte Crumpit, viendo y escuchando cada día al pueblo de Villaquién prepararse para el momento más importante del año: la Navidad. Encerrado en su cueva sin más compañía que su fiel perro Max, el Grinch toma la decisión de hacer infelices a todos robando los regalos y los adornos para que nunca llegue esta fecha tan señalada. Sin embargo, la moraleja de la historia descubre que esos regalos y adornos no son más que elementos secundarios.
La primera adaptación de la historia se realizó en 1966 por Chuck Jones, siendo ésta una versión de película de dibujos animados. El cuento está traducido al latín y tuvo una versión teatral que se estrenó en Broadway en 2008. Sin embargo, la versión más conocida es la de Jim Carrey, estrenada en el año 2000.