La ola de calor que asola buena parte de España, con temperaturas superiores a los 40 grados en numerosos puntos del país, obligan a tomar máximas precauciones para evitar sufrir graves problemas de salud.
Y es que el calor extremo puede derivar incluso en la muerte. Así lo evidencian las estadísticas, que se han agravado a raíz del aumento de las temperaturas a escala global en los últimos años.
El cuerpo humano tiene sus límites. A nivel interno, su temperatura corporal habitual oscila entre los 36 y los 37,5ºC, y más allá de éstos, el peligro de sufrir percances de salud aumenta. A partir de los 43ºC, las proteínas empiezan a dar fallos y, en un corto plazo, puede causar la muerte.
Además de estos factores, y en olas de calor, se deben tener en cuenta otros como el grado de humedad, ya que el cuerpo resiste mejor las altas temperaturas en ambientes secos.
Cuando la temperatura ambiente alcanza altos niveles como en la actualidad, deben extremarse las medidas de precaución para evitar sufrir hipertermia. Entre los consejos de los expertos figura estar bien hidratados, ir bebiendo agua, evitar la exposición directa al sol -sobre todo en las horas centrales del día-, alimentarse bien con fruta y verdura, ducharse con agua tibia y, en caso de hacer deporte, hacerlo a primera o última hora del día, cuando baja algo la temperatura.