Una madre de cuatro hijos de entre nueve y un año muere de cáncer tras ser diagnosticada erróneamente de menopausia. Lizzy Evans, de 27 años y residente en Bagillt (Gales, Reino Unido) empezó a sentir dolores tras tener a su cuarto bebé, por el que comenzó un tratamiento específico contra la menopausia, según la valoración que le hizo su médico.
El diagnostico se realizó poco antes de quedarse embarazada de su último hijo, que ahora tiene un año. Durante el embarazo fue cuando le diagnosticaron la enfermedad real: cáncer de cuello de útero. Al nonato lo hicieron salir del vientre ocho semanas antes para que Lizzy pudiera empezar un tratamiento contra el tumor.
Sin seguimiento del cáncer por el Covid
Diferentes informaciones apuntan a que la atención médica se vio resentida por la pandemia del Covid-19. De hecho, los médicos deberían haberle hecho a Lizzy un seguimiento de la enfermedad, pero no fue así. Cuando ella notó dolores de espalda, cuelo y hombros, su médiso le diagnosticó una menopausia precoz debido al tratamiento que estaba siguiendo contra el cáncer que padecía. La mujer falleció hace poco más de una semana.
El cáncer de cuello de útero se había extendido hasta los pulmones, algo que rara vez ocurre. A Lizzy le dijeron que estaba en fase terminal y que no había tratamiento, solo fórmulas para paliar el dolor. Poco antes de morir, la mujer pudo casarse con su novio, Joshua Evans.