Los islandeses son por definición fanáticos de la magia y las supersticiones. En el campo de las leyendas nórdicas los trolls, las hadas, los duendes o los elfos forman parte del día a día de los habitantes de la isla, formando una tradición muy diferente a la que seguimos en el resto de Europa. Nochebuena y Navidad son los días señalados del inicio de estas fiestas, pero en Islandia todo comienza el 12 de diciembre con el descenso a las ciudades del primer duende o Yule Lad: Stekkjastaur.
La leyenda nórdica explica el nacimiento de estos trece Papás Noeles, los Yule Lads, como hijos del matrimonio entre dos trolls, Gryla y Leppaludi, seres mitológicos con fama de comerse a los niños malos. Cada día uno de los duendes baja de las montañas islandesas a la ciudad para dejar un pequeño regalo a los infantes que han sido buenos y cuando llega el día de Navidad, comienzan uno por uno su camino de vuelta a casa. Esto hace que la temporada navideña empiece el 12 de diciembre y finalice el 6 de enero.
Cada día un regalo, según el carácter del duende
Los pequeños presentes, que pueden ser desde una chuchería a un pequeño juguete, tienden a estar definidos por el carácter o aficiones de cada uno de los trece Yule Lads. El primer día, el 12 de diciembre, suele iniciarse con una simbología de carácter animal, dada la afición por robar ovejas de Stekkjastaur, el primero de los duendes.
Giljagur, Stúfur, Pvörusleikir, Pottasleikir y Askasleikir bajan a las ciudades del 13 al 17 de diciembre, con diferentes aficiones por la comida lo que suele relacionarse con regalos en forma de chucherías. A partir del 18 de diciembre, con la llegada de Hurdaskellir, la Navidad islandesa comienza a aumentar su afluencia nocturna y las travesuras de sus duendes.
Nochebuena y regalo personalizado
Kertasnikir es el último hijo de Gryla y Leppaludi en bajar a las ciudades de Islandia, la noche del 24 de diciembre. El duende trae el regalo final de las montañas. La tradición dicta que la familia debe reunirse tras las campanadas de las seis de la tarde para comer una gran cena de cordero ahumado o perdiz con un bol de guisantes, patatas cocidas y postre helado.
Pero los regalos no acaban con el último Yule Lad. El día de Nochebuena, después de trece pequeños obsequios diarios, se prepara un presente personalizado de gran tamaño para dar por concluida la Navidad. No obstante, todavía rondarán los trece seres mágicos por las casas islandesas, marchándose uno cada día hasta el 6 de enero.