Carolina Herrera hace arder las redes con sus consejos para mujeres mayores de 40 años
La diseñadora venezolana rechaza la minifalda, los vaqueros y la melena por debajo de los hombros a partir de la cuarta decada de vida
30 noviembre, 2020 12:45A sus 81 años, la diseñadora de moda Carolina Herrera ha decidido qué prendas debes usar si eres mujer y tienes más de 40 años. Un hecho por el que la venezolana no ha caído en gracia y está recibiendo palos hasta en el carné de identidad. Y es que las redes sociales han estallado en su contra tras la última entrevista que ha ofrecido al tabloide británico, Daily Mail.
Queda absolutmente prohibido
Y es que si eres mujeres y tienes más de 40 años ya puedes empezar a despedirte de la melena. Para ello, la diseñadora recomienda un corte por encima de los hombros estilo long bob o garçon.
Adiós a la minifalda y al pantalón tejano. Ambas prendas quedan prohibidísimas tal y como apunta la experta en moda. La falda corta debe ser retirada del armario a la corta edad de 30 años, mientras que los tejanos son “para gente joven”. Eso por no hablar de los jeans rotos, no hay excusa que valga ni esa famosa frase de “cuanto más rotos, más caros”.
Pero, ojo, porque si pensabas que con esto ya lo habías visto todo, todavía hay más. Si rozas los 40 o ya los sobrepasas tienes que decirle hola al negro. Y no, no nos referimos a que dejes a tu marido para irte con un chico de piel oscura. Según la octogenaria, el color más triste de todos es el comodín ideal para resultar elegante, aunque “sin abusar de él”.
Sí, pero con matices
Ni se te ocurra ponerte un bikini. “Yo dejé de usarlo a los 40 años” apunta la venezolana, en una clara apuesta por el traje de baño. Sin embargo, el trikini ni lo nombra, pese a que sí que deja muy claro que el escote sí, pero con matices: “Solo lo suficiente para dar misterio y lucir sexy y elegante”.
Por ende, Carolina Herrera se ha posicionado sobre el uso del botox, aunque no hace falta más que ver una imagen de ella para adivinar cuál será su respuesta. Eso sí, siempre con moderación y sin terminar pareciendo “un payaso”.