Si visitas Tavertet el resto de parajes naturales te sabrán a muy poco

Apenas 150 habitantes pueblan el Tavertet, un enclave turístico privilegiado tanto por su localización sobre un peñasco como por su interés cultural. Hacer una excursión por este lugar es una buena idea tanto para visitantes de un día, como para pasar un fin de semana rural.

Su casco urbano cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural, figura jurídica de protección del patrimonio histórico español.

Cómo llegar a Tavertet

Se localiza sobre un peñasco, a 10 kilómetros de Rupit y con una duración de unos 20-30 minutos. Hay que atravesar la senda marcada como “camino rural de Rupit a Tavertet”, un camino muy estrecho donde el viajero debe extremar las precauciones.

Desde Barcelona capital, la distancia es de unos 100 kilómetros y el tiempo estimado de travesía es de unos 90 minutos. Merece la pena salir con tiempo, ya que las vistas por el camino son preciosas y es inevitable querer detener el coche unos minutos para tomar fotos y admirar el lugar.

Río en los alrededores de Tavertet / PIXABAY

Qué ver en Tavertet

Tavertet es el lugar idóneo para disfrutar de bonitas vistas naturales. Por ejemplo, se puede disfrutar de las vistas de los pantanos de Susqueda, Montseny y Sau. Todo el pueblo está rodeado por un frondoso bosque (se suele decir de él que es el bosque encantado), por lo que el encanto y la sensación de trasladarse a otro mundo están garantizados. Un simple paseo por una de sus calles (por ejemplo, Carrer del Mig es una de sus travesías principales) es suficiente para admirar la belleza de las construcciones de piedra del pueblo, que combinan con el suelo empedrado.

En total, existen cuarenta y ocho casas de piedra en el municipio. Al final de este Carrer del Mig el viajero llega hasta el Mirador del Pla del Castell, donde unas preciosas vistas y un lugar imprescindible en toda excursión por Tavertet.Por último, el viajero no puede dejar de incluir el siguiente monumento en su excursión por Tavertet. La Iglesia de Sant Cristófol es una de las joyas del románico de la provincia, donde destaca tanto su fachada exterior (datada en siglo XI) como su interior (terminado en el siglo XVII).