Este mes de mayo ha sido especialmente duro para el matrimonio Casillas-Carbonero. Y es que si a principios de este mes Iker Casillas hacia saltar todas las alarmas al ser ingresado tras sufrir un infarto de miocardio, a los pocos días su chica, Sara Carbonero, también era ingresada en un centro hospitalario para ser operada de un tumor en un ovario. Dos amargos tragos que han obligado a la pareja a dejar temporalmente Oporto, para instalarse en Madrid y seguir con el tratamiento médico.
Y aprovechando que están de vuelta en España, el matrimonio y sus hijos han decidido hacer una escapada de fin de semana de lo más especial para llenarse del cariño y la fuerza de los suyos. Sara Carbonero e Iker Casillas se han escapado hasta Navalacruz, el pueblo del guardameta, donde han disfrutado de las fiestas medievales junto a Martín, de cinco años, y Lucas, de tres. Así lo ha compartido la misma periodista a través de su cuenta de Instagram.
Una escapada a la que también se han sumado, entre otros, la periodista Isabel Jiménez, quien ya se ha reincorporado al trabajo tras ser madre, y su marido, Álex Cruz. Y, a juzgar por las imágenes, se lo han pasado a las mil maravillas. Durante el día, los paseos por el pueblo de la provincia de Ávila han sido una constante y, por la noche, rebajaron tensiones al ritmo del grupo de música Chaito y Palosanto.
También han celebrado el cumpleaños del pequeño Lucas
Aprovechando que el matrimonio ha viajado hasta el pueblo del guardameta, Sara Carbonero e Iker Casillas no han querido perder ocasión de celebrar, con los abuelos paternos, el tercer cumpleaños de su pequeño Lucas. Una fecha muy especial para ambos y que la periodista quiso compartir en sus redes sociales con una instantánea de su pequeño.
Una fotografía que acumula más de 213.000 me gusta y que Carbonero ha acompañado de frases tan emotivas como: “Llegaste para revolucionarlo todo de la manera más dulce que uno pueda imaginar” o “Hoy es tu cumpleaños pero tú fuiste, eres y serás siempre el mejor regalo que pudo llegar a nuestra familia”. Y es que no hay nada como el calor de una familia para superar los baches más duros.