Aunque ya es historia, la primera ola de calor del verano que se ha vivido en España ha causado estragos. Y no hay sido algo exclusivo de nuestro país, sino que las altas temperaturas también se han notado en toda Europa. Además de quedarse en casa cerca del aire acondicionado, hay quienes han tirado de ingenio para combatir el calor de estos días.
Uno de los métodos más curiosos nos llega desde Alemania, donde un supermercado de la localidad de Friedberg se ha hecho famoso en todo el mundo por su última oferta: ha invitado a los clientes que lo deseen a pasar unos minutos en sus cámaras frigoríficas para refrescarse un poco del calor de la calle.
Una broma muy en serio
Lars Koch, el dueño del establecimiento, ha habilitado un lugar en una de sus cámaras frigoríficas con un par de sillas y una sombrilla que cualquier persona con mucho calor puede alquilar durante unos instantes. Un cartel en la puerta del supermercado publicita esta curiosa iniciativa: una estancia de dos minutos cuesta 3 euros, mientras que el precio de pasar cinco minutos allí es de 5 euros. Incluso existe un abono especial, una tarjeta que permite entrar acceder a la sala diez veces a cambio de 20 euros.
“Se supone que esta oferta era una broma, pero si alguien realmente quiere, puede entrar”, confesó Koch, al que la idea le vino después de que unos clientes se quejaran del calor y bromearan sobre la posibilidad de entrar en la cámara frigorífica. Eso sí, por motivos de higiene únicamente es posible acceder al lugar en el que se guardan los productos envasados, las frutas y la verdura, no donde están los pescados o la carne.
Lo que empezó como una broma ha supuesto un alivio para unos cuantos alemanes. Una veintena de ellos ya se han beneficiado de esta oferta. Y el modelo de negocio ha causado tanto furor que incluso hay otras empresas que le ha copiado la idea: la prensa alemana informa de que otro supermercado en Bensberg también ha montado su propia cámara frigorífica para clientes.