La postura con la que duermes con tu pareja revela que tipo de pareja sois

Hay infinidad de posturas para dormir y todas ellas desprenden en que momento de la relación se encuentra la pareja y cómo se desarrollan los roles. La postura que se adopte para dormir puede dar muchas pistas sobre las formas que tiene de encarar la relación cada miembro. Hay infinidad de opciones. Algunos priman por la comodidad y la independencia en sus horas de sueño, mientras que otros necesitan estar con su pareja. Estas posturas son las más comunes, pero revelan cómo es la relación en el subconsciente. 

- De frente: Cuando ambos dormís de frente, cara a cara, es una forma inconsciente de querer estar cerca de la otra persona. Implica deseo de mirarle a los ojos y de conectar.

- Sobre el pecho: esta postura es típica en relaciones muy tempranas o en aquellas que han reavivado la llama del amor. Es una postura que genera confianza y protección.

- Cucharita: es muy tierna, pero puede acabar siendo incómoda. Además, también tiene otra índole más sexual. Puede indicar protección hacia el otro, pero también puede llegar a indicar necesidad de control y posesión por parte del que abraza.

- Abrazados: Si dormís abrazados y completamente entrelazados, es un indicador de que vuestra relación es muy pasional. Es una posición muy intensa que suele darse en los inicios de una relación. Pero a la larga esta postura no tiene por qué ser positiva. Si se trata de una posición para dormir que se mantiene a lo largo de una relación, puede implicar sobreprotección o dependencia emocional.

- Cada uno por su lado. No tiene nada de malo si os dais la espalda o no mantenéis contacto. Significa que cada uno necesita su espacio e independencia, y que simplemente queréis dormir tranquilamente y sin interrupciones. Si este tipo de postura se adopta puntualmente, en caso de que habitualmente durmáis en contacto, puede indicar algún conflicto en la relación o algún problema por parte de uno de los miembros de la pareja en ese momento.

- Desiguales: Que uno de los miembros de la pareja duerma en distinta posición que el otro, especialmente si ocupa gran parte de la cama, indica que tiende al egoísmo y que tiene poder sobre el otro. La persona que se ve apartada, o incluso fuera de la cama, adopta un rol secundario en la relación.