La ayahuasca, la planta alucinógena que se afianza en los Estados Unidos
Los defensores de la poción, que incluyen celebridades como Sting, Paul Simon y Lindsey Lohan, dicen que la planta ofrece una experiencia espiritual, además de curar los traumas psicológicos
27 diciembre, 2016 09:52Dominique era una mujer que estaba enganchada a la cocaína y fumaba dos paquetes de cigarrillos al día. Cuando conoció la ayahuasca, una planta alucinógena cultivada antaño por los indígenes, su vida cambió. Según informa el portal Yahoo, la mujer franco-estadounidense que vive en Los Ángeles y no quiere que su use su verdadero nombre, está entre los miles de personas en Estados Unidos que están recurriendo cada vez más a la poderosa bebida psicodélica del Amazonas para superar la adicción, la depresión o el trauma psicológico.
La poción proviene de un ritual chamánico y, en la actualidad, está ganando adeptos en Hollywood y Silicon Valley. Cada vez hay más personas interesadas en consumir este producto y aseguran que tienen beneficiosas propiedades terapéuticas, pese a las advertencias de los científicos, que ya han advertido que puede ser peligrosa, especialmente si se mezcla con otras drogas.
"Experiencia espiritual"
Los defensores de la ayahuasca, que incluyen celebridades como Sting, Paul Simon, Tori Amos y Lindsey Lohan, dicen que la planta ofrece una experiencia espiritual como ninguna otra. Muchos también dicen que les ha permitido superar traumas que ninguna otra terapia convencional puede abordar. "Ha habido esta idea errónea de que son los hippies que vienen con plumas en el pelo, pero es casi todo lo contrario", dice Jeff, quien organiza ceremonias de ayahuasca en el área de Los Ángeles.
"En un tiempo definido por el consumismo y el entretenimiento, la gente quiere tener experiencias fuertes, y uno podría considerar las experiencias espirituales, algo sagrado", añade Dennis McKenna, profesor asistente en el Centro de Espiritualidad y Sanación de la Universidad de Minnesota.
Segú los expertos, se llevan a cabo unas 100 ceremonias de ayahuasca clandestinas cada noche en Nueva York y otras ciudades como Los Ángeles y San Francisco.