Los algoritmos ya no son el futuro. Son el presente. La medicina y la tecnología son dos campos que cada vez están más unidos. Una de las aplicaciones más recientes que ha llegado es el diagnóstico por imagen, y ya está sucediendo en varios hospitales de Cataluña, tanto públicos como privados.
Crónica Global ha contactado con varias entidades para conocer los primeros pasos de esta disciplina. El Hospital Clínic, el Hospital del Mar y el Hospital de Bellvitge han accedido a contar cuáles son los avances, así como las diferentes implementaciones de inteligencia artificial (IA) que ya tienen un impacto, y no sólo en el paciente.
El papel de la IA
Una de las creencias más arraigadas en el imaginario social es que la IA va a sustituir muchos puestos de trabajo. Si se habla de trabajo mecanizado y repetitivo, es una historia. En el terreno de la medicina es otra, y diametralmente opuesta. Tanto, que desde los hospitales lo tienen muy claro: los algoritmos que ya se están implementando son una herramienta de apoyo. No son un sustituto de los médicos.
Se pone encima de la mesa el papel imprescindible del ser humano. Los profesionales sanitarios no sólo son los que ayudan al entrenamiento de los algoritmos. También son los que llevan a cabo el diagnóstico del paciente, y los que revisan la imagen que ha pasado por el software.
La burocracia en los hospitales
Uno de los grandes enemigos del siglo XXI es el papeleo. Los tiempos de espera o la repetición de tareas, provocada por un sistema ineficiente, lastran el tratamiento de los pacientes en determinadas circunstancias.
La aplicación de la IA en el sector sanitario va más allá de establecer diagnósticos por imagen de una manera más sofisticada. También hace que estos sean más precisos, más rápidos, que se agilicen los trámites y que se afinen más los tratamientos, ya que el personal médico va a poder tener más información del paciente, incluso antes de la consulta.
Los primeros pasos
¿Cómo se está aplicando IA en los hospitales de Cataluña? ¿Cuáles son las nuevas implementaciones? Desde la detección de tumores hasta la radiología, pasando por la anatomía patológica o la oftalmología. Los usos de algoritmos en el diagnóstico de imagen van en aumento.
Eso sí, hay que tener en cuenta que este escenario se acaba de inaugurar. No todos los modelos están 100% implementados en todos los hospitales. De hecho, ahí está la magia: conocer los primeros pasos de esta tecnología, con un uso diferente y que va a cambiar el panorama.
Los puntos en común
Aunque sean tres los hospitales que han accedido a hablar con este medio, y son entidades diferentes, hay ciertos puntos en común de cómo se aplica esta tecnología.
Los algoritmos son independientes para cada caso. De esta manera, no sólo hay un entreno más preciso: también los resultados exitosos son mucho más afinados. Las bases de datos que se utilizan son de los propios hospitales en la mayoría de los casos. Las imágenes que se han usado para el entrenamiento están anonimizadas. Esto quiere decir que no se puede reconocer la identidad de la persona a la cual se le ha sacado la imagen.
Además, los proyectos, aunque sean desarrollados in house, algunos de ellos son resultado de la colaboración con diferentes entidades, e incluso con otros hospitales.
Cómo aplica IA el Hospital del Mar
Joan Gibert es científico de bioinformática del Hospital del Mar, y una de sus tareas principales es la implementación de algoritmos en diferentes áreas médicas del centro. Explica que la IA se puede ver desde dos perspectivas muy diferentes dentro del ámbito médico.
Por un lado, está la irrupción de la generativa, la cual todavía está en sus primeras fases, y que puede tener aplicaciones a nivel logístico que reduzcan la burocracia y las tareas repetitivas. Uno de los ejemplos que puso es la transcripción de las conversaciones en una visita médica, lo cual se traduce en que los médicos no tienen que estar escribiendo después de la entrevista con el paciente. Del mismo modo, las conversaciones pueden dar lugar a preguntas más concretas y profundas, ya que hay un ahorro de tiempo. Al final, “se trata de sacar de encima la faena menos agradecida y sacar a relucir la parte más humana”, comenta.
La IA discriminativa
La segunda manera de ver los algoritmos es a través de la IA discriminativa, la cual se basa en, precisamente, discriminar elementos para poder ofrecer mejores resultados en la identificación. Esta se puso en marcha hace cinco años en el hospital con pruebas durante la pandemia. No obstante, el desarrollo de esta ha tomado vías mucho más especializadas.
Explica que los proyectos que ahora mismo tienen en marcha son mucho más recientes, y que se han desarrollado dentro de las instalaciones del hospital. En oncología se están testeando las primeras herramientas de diagnóstico por imagen en cáncer de pulmón.
No obstante, la cosa no queda aquí, sino que hay hiperespecializaciones. La bronquitis en bebés o la insuficiencia cardíaca en adultos son dos ejemplos. Pero también, a un nivel más general, la IA es capaz de predecir marcadores moleculares en el campo de la anatomía patológica. Incluso en el terreno de la oftalmología también se están usando algoritmos.
Todavía en fase beta
Todos estos proyectos que el doctor Gibert ha podido comentar a este medio están en fase de validación. Son primeros pasos para un camino que se proyecta de muy largo recorrido. “Se espera que algunos de ellos entren en producción a finales de 2025”, explica.
Una cosa que quedó clara es que las máquinas no van a sustituir al ser humano, y menos en el terreno médico. “Se trata de poner una capa extra de validación, y que esta permita cosas como diagnosticar un cáncer a tiempo. No se trata de sustituir a los médicos”, afirma.
Cómo aplica la IA el Hospital de Bellvitge
El Hospital de Bellvitge es otro de los centros que también ha compartido sus avances con este medio. Nuevamente, el papel del ser humano es imprescindible. Y también dejan claro que la IA es una herramienta de apoyo, no de sustitución.
Uno de los proyectos más grandes que tienen en marcha es Radiòmica, que consiste en añadir un nivel más de profundidad en el diagnóstico por imagen. De hecho, la premisa es sencilla: “establecer un diagnóstico cuantificable a partir del análisis de datos que no pueden ser percibidos por el ojo humano”, explican.
De esta manera, las máquinas servirán como apoyo a los profesionales médicos de distintas áreas, patologías y técnicas: radiología, medicina nuclear, fibrosis pulmonar, esclerosis múltiple, artritis reumatoide o trasplantes renales.
Diagnóstico de cáncer
Los tumores están en el punto de mira, tanto humano como artificial. Enfocada principalmente en los tumores cerebrales, la IA se abre paso con el software DISCERN. El funcionamiento es sencillo: el algoritmo ha ido aprendiendo de los patrones que ha visto en las resonancias magnéticas. A partir de ahí, el ser humano enseña a la máquina cómo se estructuran los tumores. La inteligencia, después, sabe discernir de qué tipo de tumor se trata.
En cifras que han dado a conocer, DISCERN ha conseguido lograr hasta la fecha un 78% de aciertos. Aunque, eso sí, también hay que recordar dos cosas muy importantes: se trata de los primeros pasos, y es una herramienta de apoyo al profesional médico.
El cáncer de mama es otro de los grandes focos de atención del hospital. En febrero de este 2024 consiguieron desarrollar los cuatro primeros algoritmos que facilitan el recuento de biomarcadores, y hace que la detección sea más rápida y precisa.
Adiós, querida burocracia
La burocracia en el sector sanitario es una tarea pendiente. Por ello, la inteligencia artificial sale al rescate de la eficiencia de muchos procedimientos internos que se llevan a cabo dentro del hospital.
La toma de decisiones es uno de los factores que puede alargar la ventana de tiempo del tratamiento de un paciente. Y en aras de recortar esos intervalos, la IA ya se está testeando para una mejor toma de decisiones clínicas, para mejorar la estancia de las personas en la UCI. El objetivo es contribuir a la reducción de la mortalidad, pero también pretenden evitar ingresos y posibles reingresos. ¿Cómo se consigue esto? A través de la detección precoz y un seguimiento mejorado de los pacientes de riesgo.
No obstante, el riesgo de una persona no sólo está presente durante su ingreso. Si se pone el foco en las cirugías, estas suponen un problema burocrático cuando se habla de las cancelaciones de última hora. Gracias a los algoritmos se puede ofrecer una mejor evaluación de riesgos o del estado del paciente.
Cómo aplica la IA el Hospital Clínic
El doctor Josep Malvehy es el coordinador de innovación del Instituto de Medicina y Dermatología del Hospital Clínic. Además es presidente de la task force de implementación de IA en la Agencia Europea de Dermatología. Recalca la importancia del papel de los algoritmos: “se trata de ayuda al diagnóstico; nunca decimos que es diagnóstico”, afirma. En el campo de la dermatología usan “imágenes de altísima resolución, incluso a nivel celular” para alimentar a la tecnología.
No obstante, el espectro de imágenes que se usan van desde las fotos tomadas con dermatoscopio hasta las que se han tomado con teléfonos móviles, si se habla de la hoja de ruta del papel de la IA en dermatología. Aunque, eso sí, admite que la resolución y la precisión del algoritmo va a ser mayor en aquellas que tengan más nivel de detalle, como las que se extraen de aparatos especializados. Pone encima de la mesa, también, que “la evaluación por parte de la IA tiene que ir de la mano con la valoración de los médicos”.
Reducción de pasos innecesarios
Más allá del diagnóstico de imagen, los algoritmos también tienen un peso importante en el tratamiento. “Si alguien tiene una duda de si ir al especialista o no, cuando se trata de la atención primaria, mediante una foto tomada con dermatoscopia, se hace apoyo del diagnóstico por IA”.
Añade que “si el médico tiene dudas, enviará la imagen al dermatólogo para que en 48 horas pueda evaluar esta imagen, para determinar si es necesaria una visita”, explica.
Más allá de la dermatología
Aunque la dermatología es un ámbito de mucho peso en el diagnóstico por imagen con IA, el Hospital Clínic también tiene otras especialidades en las que integra esta tecnología. “Uno de los campos que tiene más importancia en el desarrollo de los algoritmos es aquel que usa mucha detección de patrones”, afirma.
Anatomía patológica, radiología y oftalmología son otros terrenos en los que los algoritmos se entrenan para ser una futura herramienta de soporte en el diagnóstico por análisis de imagen.