No es de extrañar que sea el textil sea uno de los sectores que antes ha reaccionado al auge de una tecnología como la inteligencia artificial (IA) generativa, que puede crear textos, imágenes y, por supuesto, diseños. No hay un mundo donde las tendencias evolucionen y sean reemplazadas con tanta rapidez como ocurre en las marcas de moda, que ya recurre de forma sistemática a este tipo de herramientas para facilitar, agilizar y mejorar el trabajo de sus diseñadores.
La moda es uno de los sectores que más se ha adaptado a la revolución de la inteligencia artificial (IA). La rapidez con la que cambian las tendencias y la exigencia de los consumidores han impulsado a las marcas y a las escuelas de diseño a incorporar las últimas herramientas tecnológicas para crear prendas más innovadoras, personalizadas y sostenibles. Un ejemplo de esta transformación es Desigual, la firma catalana que ha colaborado con Fermat, una plataforma de IA que permite generar ideas de diseño de ropa a partir de prompts o instrucciones.
La IA "potencia al diseñador"
"Nuestra colaboración con Fermat usa varios modelos de inteligencia artificial. Es un canvas compartido con ideas de diseño de ropa. Hicimos la prueba piloto con ellos para diseñar prendas. Hay que hacer prompts, es complejo y hay que entrenar mucho", explica Eva Sirera, responsable de innovación tecnológica de Desigual. Según Sirera, la IA no sustituye al diseñador, sino que le potencia y le ofrece más opciones. "El diseñador tiene que tener el conocimiento y también saber en qué marca trabaja y lo que quiere comunicar. El diseñador sigue teniendo un papel central, es una herramienta que le potencia", afirma.
Desigual no es la única marca que apuesta por la IA. Otras firmas como Mango, Zara o Bershka también han incorporado esta tecnología para mejorar sus procesos de producción, distribución y venta. Además, la IA también ha llegado a las escuelas de diseño, como Bau, que ofrece un máster en Diseño y Tecnología en Moda, donde se enseña a los alumnos a utilizar las últimas herramientas que han llegado al sector. Una de las novedades que ya está a la orden del día es la creación de imágenes a partir de textos a través de las redes neuronales.
La sección 'on demand' de la web de Desigual, con prendas desarrolladas con IA
Diseños únicos y personalizados
La IA también abre la puerta a nuevas formas de consumo, como el diseño personalizado o la ropa on demand. "El consumidor cada vez es más exigente. ¿Quién sabe si algún día puede estar [la herramienta de diseño personalizado] en la página web? Se puede entrenar Fermat con la base de datos de Desigual", señala Sirera.
Además, la IA también puede contribuir a reducir la elevada huella medioambiental del fast fashion, una de las industrias más contaminantes del mundo. "Hay muchos temas que van a cambiar. Una es la trazabilidad: de dónde viene el producto, el tejido… qué fronteras ha pasado, componentes sociales, económicos, la sostenibilidad… Estamos en un momento casi de colapso ya y es necesario pensar desde ese punto de vista", destaca la ejecutiva.
La moda se mueve rápido
La inteligencia artificial ha llegado para quedarse en la industria textil catalana, que se ha convertido en un referente de innovación y creatividad. Sin embargo, Sirera advierte de que la tecnología no debe ser un fin en sí mismo, sino un medio para transmitir emoción. "Queremos transmitir emoción: el mundo del retail es muy rápido y la moda también. Las tendencias son de esta mañana o de ayer. Hay que ir innovando constantemente, no puedes pararte", concluye.
La inteligencia artificial no solo ha transformado la industria textil, sino todo el proceso de diseño de moda, que desde hace muchos años se vale de programas digitales, en varios de sus pasos. De hecho, estas nuevas herramientas ya han llegado a las aulas, de forma que ya tienen un impacto en la manera de trabajar de los futuros diseñadores. Durante el Mobile, Desigual y la escuela de diseño Bau de Barcelona ofrecieron una charla en la que explicaron cómo se están introduciendo estas tecnologías a nivel educativo.