La asociación privada Tech Barcelona se ha unido a la petición de una veintena de entidades europeas del ámbito de las startups y la inteligencia artificial de regular de forma equilibrada esta tecnología en la futura legislación de Europa. Según ha señalado en un comunicado este miércoles, "la iniciativa se enmarca en un manifiesto conjunto que busca preservar la capacidad de innovación de los actores europeos" en este aspecto.
Cabe recordar que el lobby empresarial presidido por Miguel Vicente y dirigido por Miquel Martí forma parte desde enero de la agrupación de compañías Allied For Startups con el objetivo de "reforzar su presencia en Bruselas y participar activamente en los debates políticos que afectan" a la industria a nivel internacional.
Un nuevo modelo de gobernanza
Tal como ha señalado la organización catalana, las nuevas demandas incluyen "un enfoque pragmático y proporcional para definir los sistemas de IA de alto riesgo", "un modelo de gobernanza que implique realmente a las partes interesadas" y "requisitos y obligaciones a prueba de futuro" en lo que se refiere a esta tecnología.
Estas preocupaciones del sector vienen motivadas por el auge y veloz desarrollo de diferentes tipos de IA como es el caso de las de propósito general (GPAI) o las generativas, entre las que se encuentran herramientas que se han viralizado recientemente en redes sociales como Chat GPT o Midjourney. El debate político, civil y empresarial también está provocado, en parte, por los contenidos de la Artificial Intellifence Act (AI Act), presentada por la Comisión Europea en abril de 2021.
Figuras del sector exigen frenar el desarrollo
Recientemente, también se ha hecho eco en los medios de comunicación una carta abierta firmada por más de 1.800 personas entre las que se encuentran personalidades de la industria como el cofundador de Apple Steve Wozniak o el consejero delegado de Tesla, SpaceX y Twitter, Elon Musk. Dicho manifiesto pone sobre la mesa la idea de pausar el desarrollo de los modelos de IA más avanzados durante seis meses para asegurarse "de que sus efectos serán positivos y sus riesgos serán asumibles".
"En los últimos meses se han visto laboratorios de IA enfrascados en una carrera sin control por desarrollar mentes digitales cada vez más poderosas que nadie (ni siquiera sus creadores) puede entender, predecir o controlar con confianza", señala la carta.