Nueva pifia de la T-Mobilitat. Según ha averiguado este medio, el soporte físico del título contactless de transporte no se puede adquirir a través de la página web TMB Tickets de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). Debido a un fallo en el portal electrónico, los usuarios que disponen de un iPhone --los móviles con sistema operativo Android operan con un pase digital ya que cuentan con chip NFC-- no pueden completar el proceso de compra de la tarjeta recargable.
Ha sido un ciudadano que ha intentado culminar este trámite 5 veces quien ha denunciado su vía crucis a Crónica Global. Además, ha compartido varias capturas de pantalla en las que se identifica la incidencia: un problema a la hora de solicitar los datos bancarios del comprador.
Bucle informático
El portal de TMB no obliga a los interesados a facilitar esta información financiera para crear un perfil personal. Es más, la plataforma avisa de que "podrás añadir métodos de pago durante el proceso de compra". Sin embargo, cuando se está a punto de cerrar la venta, la web alerta de "problemas" con el número de la tarjeta de crédito.
Este bucle impide culminar la adquisición de la T-Mobilitat en versión física, la única disponible para los usuarios de Apple. De tal forma que a los propietarios de un iPhone solo les queda la posibilidad de desplazarse con cita previa a alguno de los quioscos desplegados en Barcelona por la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) para hacerse con el pase. "A ver cuándo tienen horas libres a las que pueda ir. Yo, como mucha gente, trabajo", se lamenta este usuario. TMB no ha respondido a las preguntas de este medio.
Retraso tras retraso
La T-Mobilitat inició su comercialización hace unas semanas tanto en formato virtual --para lo cual el móvil tiene que disponer de NFC y sistema operativo Android-- o tangible --para los propietarios de un smartphone de Apple o aquéllos que no deseen integrar el título en su teléfono--. Pese a ello, el director general de la ATM, Pere Torres, reconoció en una entrevista en febrero que el proyecto solo estará plenamente operativo en 2023.
Un retraso que se suma a los ocho años de aplazamiento del nuevo sistema de billetaje y validación contactless. En un principio, la T-Mobilitat se anunció para 2014. Este plazo no se cumplió y la tarjeta digital se pospuso primero hasta 2017 y después hasta 2021. Pero el calendario volvió a fallar. Además, el piloto del pase que debe dar carpetazo a los tickets de papel se saldó con una filtración de datos personales que ha llevado a la Autoridad Catalana de Protección de Datos a abrir un expediente que aún no se ha cerrado.
Sobrecostes millonarios
Más allá de los problemas tecnológicos, el despliegue de la T-Mobilitat también se ha caracterizado por el encarecimiento respecto a su presupuesto inicial. El pasado febrero, la autoridad metropolitana avanzó 14 millones de euros más IVA al consorcio SOC Mobilitat --Caixabank, Indra, Fujitsu y Moventia-- para que el proyecto del billete electrónico saliera adelante.
En octubre de 2020, Ara informó de que el sistema ya rozaba los 95 millones de euros frente a un presupuesto inicial de 58 millones de euros --eso fue antes de la inyección de capital de la ATM para salvar la puesta en marcha de la iniciativa--.