El servicio de Internet satelital Starlink, impulsado por la compañía espacial de Elon Musk, se ha activado con una versión de pruebas en España. La plataforma empezará a funcionar entre mediados y final de 2021, aunque su disponibilidad estará limitada en un principio.
Starlink funciona a través de una red de nanosatélites que recubren todo el globo terráqueo --excepto los casquetes polares--. Cuando el proyecto culmine a lo largo de los próximos años, la infraestructura contará con 12.000 ingenios en órbita. Por el momento, solo se han lanzado 1.137 aparatos más allá de la atmosfera.
Precio prohibitivo
La última apuesta del propietario de Tesla y SpaceX pretende ampliar la conectividad a la red a cualquier rincón del planeta, incluso a zonas remotas y desplobladas como la 'España vacía'. Sin embargo, la oferta no está al alcance de todos los bolsillos.
Para recibir la señal de Starlink, los usuarios deben comprar un hardware valorado en 499 euros, a los que hay que añadir 60 euros más de gastos de envío y una cuota mensual que asciende a 99 euros. Por si fuera poco, para abonarse al servicio hay que pagar otros 99 euros reembolsables en concepto de inscripción. Además, la empresa se reserva el derecho de suspender a los clientes que abusen del consumo de datos.
Fase beta
"A medida que lancemos más satélites, instalemos más estaciones terrestres y mejoremos nuestro software de red, la velocidad de los datos, la latencia y el tiempo de funcionamiento mejorarán notablemente", declara Starlink.
De hecho, la compañía reconoce que no alcanzará grandes velocidades hasta que se consolide la logística espacial durante esta década. Durante la fase beta, se podrán contratar velocidades de entre 50Mb/s y 150Mb/s, y el retardo de la señal se mantendrá en una horquilla de entre 20ms y 40ms en la mayoría de regiones. La empresa deja claro que podrían darse "periodos de ausencia" en la conectividad.