Después de la semana de las compras masivas, conocida como Black Friday, se ha percibido una caída del consumo. De hecho, durante el Viernes Negro se esperaba un consumo del 87%, pero, finalmente, ha sido del 80%. Este descenso tiene sentido teniendo en cuenta el contexto actual marcado por el Covid-19. Además, ha habido un cambio en el gasto realizado: un 42% de los españoles ha invertido entre 100 y 200 euros, y apenas el 7% de la población ha gastado entre los 500 y 1000 euros.
De hecho, según un estudio realizado por Celside Insurance, el 80% de los consumidores españoles ha gestionado sus compras de Black Friday de forma online. Y, de los compradores online del Black Friday, un 50% lo ha hecho a través del ordenador, un 26% con el móvil y un 4% con la tableta. Así, tan solo un 20% ha decidido acudir de forma presencial a las tiendas.
La tecnología no defrauda
El 70% de los consumidores afirma haber aprovechado el Viernes Negro para avanzar algunas compras de Navidad. Así, entre la lista de los productos más deseados destacan los tecnológicos.
Por ello, los accesorios, como webcams, altavoces o micrófonos, se han colado entre los más comprados (29%). Mientras, los smartphones, con un 25%, mantienen la segunda posición, por delante de los ordenadores y tabletas, con un 12% y 11%, respectivamente. En concreto, tal y como estaba previsto, un 32% de los usuarios asegura haber comprado este tipo de productos ante el auge del teletrabajo.