Las veloces y potentes redes 5G son un dulce sueño que todavía no se ha hecho realidad en España a la escala deseada. Sin embargo, ya hace muchos años que se habla de sus bondades y beneficios, lo que hace crecer las expectativas y las ganas. A eso se suman también otros términos que la mayoría de la población desconoce, como el Open RAN, pero del que ya hablan varias compañías.
“La tecnología Open RAN permite que todo sea común y virtual, abaratando costes y abriendo la competencia”, subraya el catedrático de la Universitat Politècnica de València (UPV), José Francisco Monserrat. Esto significa, para el común de los mortales, que gracias al Open RAN se podrían disfrutar de redes (4G y 5G) con elementos o piezas de distintos tipos y proveedores, frente al modelo actual en el que un proveedor lo proporciona todo.
La postura de la industria teleco
Pero ¿qué ventajas reales supone entonces este avance y quién apuesta por él? En España, operadoras como Telefónica y Vodafone han puesto de relieve las bondades del Open RAN y su apuesta por esta tecnología. Así, la teleco que preside José María Álvarez-Pallete ya está inmersa en el desarrollo de pilotos. De hecho, en la hoja de ruta de Telefónica la firma prevé los primeros despliegues a partir de 2021 y una masificación en 2022 para que, dentro de cinco años, la mitad de sus despliegues en sus cuatro principales mercados, entre los que se encuentra España, incorporen Open RAN.
Sin embargo, el profesor Monserrat insiste en que en el mercado español todavía “no hay nada de 5G Open RAN”, ya que sería necesario un gran data center en el país para avanzar con esta tecnología. “Hace falta una inversión en capacidad que las operadoras tendrían que afrontar y ahora la preferencia es más bien el despliegue de la red 5G. El cambio a una tecnología Open RAN se podría hacer a posteriori, pero eso supondría un coste extra. La solución no está tan madura como debería en España, ya que hace falta una infraestructura de computación que, de momento, no tenemos. Se pueden hacer pilotos, pero no un despliegue total”, insiste Monserrat.
Reducción de costes y más pluralidad
Mientras, Javier Lorca, Open RAN & New Radio Solutions Manager de Telefónica, asegura que tanto la evolución progresiva de la red 4G actual como el despliegue de la nueva 5G deben incorporar este nuevo paradigma para conseguir un modelo sostenible a largo plazo. “Los modelos cerrados y propietarios son más ineficientes”, señala.
Y en la misma línea se expresa también Francisco Martín, Head of Radio Product de Vodafone. “Una red 5G Open RAN cumple los mismos estándares que una que no lo es, pero, además, es abierta y permite la definición de nuevas interfaces para una interoperabilidad entre los distintos suministradores. En el caso de las operadoras es una tecnología innovadora, en su arquitectura y diseño, que permitirá reducciones de costes de hasta un 30%”, añade. Asimismo, aunque la idea es que la tecnología Open RAN se use en todos los entornos, Martín asegura que hoy en día es más adecuada para entornos rurales. Sin embargo, “tardará en torno a un año a ser viable para entornos urbanos, que son más complejos por el volumen de clientes y de tráfico” y ya si hablamos de espacios como estadios de fútbol, estos “podrían ser cubiertos entre uno y dos años”.
¿Ventajas para el usuario final?
Aunque las operadoras tienen muy claras las virtudes de la tecnología Open RAN, los ciudadanos de a pie seguramente no tanto. Y la verdad es que pocos cambios experimentará el usuario final porque el servicio, tal y como confiesan algunas telecos, es el mismo. “Las mejoras de Open RAN vienen por parte de los costes y también de la innovación. Así, en el futuro será posible aplicar soluciones de inteligencia artificial directamente en la radio y la red 5G será mucho mejor y más eficiente, lo que acaba beneficiando a todos”, remarca Martín.
Mientras, desde Telefónica hacen énfasis en un mayor dinamismo, menos latencia y una sociedad más digitalizada. “Open RAN va a venir de la mano de una mayor automatización que permitirá incorporar técnicas de inteligencia artificial para el control y optimización de la red. Sin duda, todo eso va a redundar en una gestión más eficiente de la red y en eficiencias que, en último término, serán trasladadas al cliente final”, añade Lorca. No obstante, todo eso “todavía tardará en llegar”, tal y como confiesa y remarca el profesor Monserrat.