Braingaze es una spin-off de la Universidad de Barcelona que arrancó su andadura en 2013. Ahora esta biotech catalana tiene el foco puesto en Asia, tras enamorar a la aseguradora más grande del mundo. El método y la tecnología de esta compañía ha llamado la atención de dos aceleradoras en China: Ping An Cloud, del gigante asegurador del mismo nombre, y SOSV Accelerator.
Braingaze es capaz de detectar la enfermedad de Alzheimer de forma prematura, así como el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en niños de entre 7 y 14 años, el autismo y la dislexia.
Únicos en el mundo
Su patentado método se basa en los micro-movimientos involuntarios de los ojos.“Nuestra metodología se basa en la ciencia y está validada clínicamente. Somos los únicos en el mundo que lo hacemos”, subraya a Crónica Global Hans Supèr, uno de los fundadores holandeses de esta empresa junto a Laszlo Bax.
Gracias a entrar en el programa de la asegurada Ping An, esta compañía integrará su método en las plataformas de la asiática, aunque el importe de dicho acuerdo es confidencial. “Los servicios médicos de Ping An cuentan con más de 200 millones de suscriptores, de los cuales unos 60 millones son activos. Esto nos permitirá entrar en el mercado asiático, así como conectar con potenciales clientes e inversores”, matiza Supèr.
Nueva ronda de financiación
Mientras, SOSV participará en la próxima ronda de financiación de Braingaze, de 1,5 millones de euros, que la spin-off espera cerrar durante el último trimestre de este año. “Es la primera vez que entramos en China y de la mano de dos grandes aceleradoras. En España, además, estamos a punto de cerrar un contrato con una farmacéutica que quiere usar nuestra herramienta para el diagnóstico del Alzheimer”, asegura Supèr.
Una vez cerrada la ronda de este año, los fundadores de Braingaze quieren poner el foco en un mayor desarrollo de su producto con más validaciones clínicas, así como poder captar el movimiento de los ojos para sus diagnósticos con una solución de software que pueda usarse en la webcam de cualquier portátil o en la cámara de un teléfono. “Ahora usamos un equipo como rastreador ocular que es mucho más costoso y limitado”, añade.
De Mataró al mundo
El equipo de esta biotech está compuesto en la actualidad por unas nueve personas. La spin-off se ubica en el parque empresarial del Tecnocampus de Mataró. Sin embargo, cuando se consiga el capital necesario, sus fundadores holandeses desean aumentar la plantilla con cuatro personas más. "Necesitamos más gente", concluye Supèr.