La aceleradora industrial Brinc, una de las más importantes a nivel global, nació en 2014 en Hong Kong, pero desde hace dos años está presente también en Barcelona. De la mano de su director general, Heriberto Saldivar, Brinc quiere acelerar e impulsar startups españolas o afincadas en el país. De hecho, esta aceleradora ya se encuentra ligada a tres proyectos made in Spain: la nespresso para mascotas Kibus Petcare, fundada por tres jóvenes de Igualada, el wearable valenciano enfocado en el surf Glassy Pro y la foodtech Cerealthy, en Canarias.
Sin embargo, la idea de Saldivar es ir un poco más allá. Brinc ha acelerado más de una treintena de startups sólo en los últimos meses de pandemia. “Hemos seguido con nuestros planes a pesar de la situación. El interés sigue están ahí, sólo que nos hemos vuelto un poco más cuidadosos y ahora hacemos un análisis más profundo de los proyectos”, detalla Saldivar a Crónica Global, tras participar en un encuentro organizado por IQS Tech Factory.
En España, más 'software' que 'hardware'
De hecho, este directivo que entró a formar parte de la aceleradora poco después de su creación ve mucho potencial en España y a las ideas que nacen en el país, pero reconoce que la visión es un poco más local que global y que la startups industriales tienen un peso mucho menor que las digitales.
“En España lo que veo es que, por lo general, los emprendedores se han enfocado más en el software y el hardware se ha dejado un poco de lado, incluso en Cataluña con su tradición manufacturera”, asegura. Brinc siempre está ojo avizor buscando nuevas startups a las que poder acelerar e impulsar. “Hemos hablado con varias empresas de Barcelona, pero no siempre están las dos partes alineadas”, lamenta. La idea de Brinc no es sólo apostar por España y Cataluña, sino también abrirse paso en Europa desde Barcelona.
Varios programas de aceleración
Hasta ahora, y si se tienen en cuenta las más de 30 empresas aceleradas durante la crisis sanitaria, Brinc ha invertido un total de 35 millones de dólares --más de 30 millones de euros-- en 140 startups de todo el mundo. Su foco, no obstante, está en la tecnología agrícola, la salud, las energías renovables y el sector de la alimentación.
Las compañías interesadas en participar en alguno de sus múltiples programas de aceleración en Hong Kong, China, Australia, Bahrein, India y Polonia necesitan contar con más de un inversor y tener una idea ya desarrollada. “Dependiendo de cada caso asignamos un capital y nivel de participación distinto”, subraya Saldivar. Pero, por lo general, los programas oscilan entre los 80.000 y los 150.000 dólares --entre 71.000 y 133.000 euros--.