El concepto de crowdfunding ha llegado también al mundo del cine. Rollyhoo es un ejemplo de ello. Se trata de una productora audiovisual catalana colaborativa. Ofrece tanto proyectos propios como comprados y utilizan su plataforma para darlos a conocer y recaudar fondos, sin intermediarios. Esta idea, nacida de la mano de profesionales del mundo audiovisual y empresarial, busca ofrecer un nuevo panorama en el sector, apostando por la calidad y la financiación privada.
El patrocinador, quien puede ser una persona individual o una empresa tercera, puede seguir en todo momento el proceso del proyecto a través de la página web de la compañía. Desde el desarrollo inicial hasta la contratación, el rodaje, la postproducción o el momento más esperado, la distribución y ventas. A través de su participación en el proyecto, los patrocinadores pueden conseguir beneficios. Rollyhoo es la primera productora audiovisual de estas características y está emplazada en Mataró, Barcelona.
Cómo funciona
Rollyhoo Films S.L se fundó en 2018 con el objetivo de poner al espectador en el centro de todo el proceso y de cambiar la forma en que se producen contenidos audiovisuales. Al frente de la misma se sitúan Tony Higueruelo, director con más de 21 años de experiencia en el sector, y Cristina Palomino, productora ejecutiva enfocada al marketing. El objetivo, encontrar un modelo de financiación innovador y hacer protagonista al espectador y amante del mundo del cine.
Apuestan por trabajos innovadores y originales en los que el talento quede patente, pero que además sean éxitos a largo plazo. Este camino, junto con las nuevas formas de financiación, tienen un claro objetivo: hacer que la industria del cine sea sostenible y que los inversores puedan encontrar también en ello una forma de aumentar sus ingresos a la vez que apoyan a este sector tan necesitado y que vive en estos días una situación bastante precaria a todos los niveles. Las aportaciones van desde los 300 hasta los 10.000 euros.
La situación actual del cine
Una de las mayores preocupaciones de Rollyhoo es la situación actual del cine español, dependiente de ayudas y subvenciones. Los espectadores continúan acudiendo a los estrenos de películas de Hollywood debido, principalmente, a dos cuestiones: la falta de recursos en el cine español y la desconexión que existe entre el cine y el espectador. Por eso, la financiación a modo de crowdfunding supone un nuevo cambio en el panorama actual del cine español, necesitado de ese vínculo con el espectador.
Además de depender de subvenciones, aquellos que apuestan por la creación de una película deben sortear trámites burocráticos y, en muchos casos, solicitar préstamos. Una conversión que no siempre llega a nivel comercial, si su distribución no consigue rendimiento económico. Afortunadamente, sí se aprecia un cambio en el sector de la televisión, el cual, gracias a la ayuda de modelos de pago como Netflix, han creado contenidos que sí han sabido conectar con el público y que se han convertido en éxitos internacionales, como La casa de papel.
Proyectos de Rollyhoo
En menos de dos años, Rollyhoo ya tiene dos películas en marcha. El pasaje, que actualmente se encuentra en preproducción y que tiene un objetivo de 1.914.000 euros de recaudación, y Desmadre en Ibiza, con un objetivo de 3.056.120 euros. La primera, un thriller de terror psicológico para los amantes del género, mientras que la segunda se trata de una comedia gamberra en la que un grupo de amigos vive, a los cuarenta y tantos, el viaje de fin de estudios que nunca tuvieron en Ibiza.
Rollyhoo se encuentra situada en el Parc Tecno Campus de Mataró de Barcelona (Avenida Ernest Lluch, 32), pero la colaboración se puede realizar de forma exclusivamente online. A través de su página web se pueden realizar las aportaciones económicas, seguir las novedades del proyecto y acceder a una zona privada solo para usuarios registrados donde podrán estar al día de todo lo que ocurre en torno a esta productora audiovisual colaborativa catalana.