Carmen tiene 91 años. Por suerte, vive con uno de sus hijos que puede realizar la compra cada semana e ir a comprar los medicamentos necesarios. Sin embargo, hay muchas otras personas mayores en España que no cuentan con esa ayuda en casa, pero que también necesitan comida y otros productos de primera necesidad.
¿Qué pasa con ellos? ¿Quién les ayuda? La comunidad de GuruWalk está compuesta, sólo en España, de más de 2.000 guías turísticos. No obstante, con el estado de alarma y la necesidad de confinarse, ya no pueden realizar su trabajo.
Ayudar a los demás
Por ello, el cofundador de esta plataforma, Juan Castillo, hablando con algunos de los guías llegó a la conclusión de que podían hacer algo por lo demás. “Pensamos que lo más útil era ayudar a los mayores que no pueden, ni deben, salir de sus casas”, subraya Castillo a Crónica Global.
Así, en apenas unos días desde que se anunció esta acción social, 250 voluntarios de GuruWalk se han sumado a la iniciativa. De esta manera, cuando alguien solicita ayuda para que le hagan la compra semanal o para ir a la farmacia, GuruWalk se encarga de buscar al voluntario más próximo y preguntarle si está disponible para prestar su ayuda de forma gratuita y altruista.
Y si alguna persona mayor no tiene internet o no sabe muy bien cómo solicitar esta ayuda, algún vecino, familiar o persona próxima lo puede hacer en su nombre.
Jóvenes héroes
Gerardo Cuevas es un venezolano de 27 años que vive desde hace 15 años en Cataluña. Ahora, presta su ayuda a las personas mayores en Barcelona. Él vive en el barrio de El Carmel y en unos pocos días ha atendido a dos personas mayores que viven cerca de su casa. “La primera vez fui a ayudar a una mujer muy mayor que casi no se podía mover. Fue muy agradable y amable conmigo. Y siempre mantuve la distancia, además de llevar en todo momento guantes y mascarilla. Le hice la compra que necesitaba y le entregué las bolsas con el cambio que me habían dado en el supermercado y el tíquet de compra”, subraya Cuevas.
En su otra visita, explica este guía turístico, se trataba de una persona que tenía miedo a salir de casa por su edad para no arriesgarse. “Me han pedido, por ejemplo, legumbres, arroz o pasta”, detalla Cuevas, quien espera que esta iniciativa llegue a más oídos. “Los que estamos considerados de menor riesgo podemos hacer algo”, subraya.
Abuelos que se resisten, pero ceden
Y lo mismo opina Javier Pérez. Este joven de 32 años vive en Valencia y ha ayudado al señor Enrique, de 87 años. Es el abuelo de otro guía turístico que está en Florencia y quería que su familiar tuviese la ayuda necesaria. “Fui la semana pasada a hacerle la compra, él al principio no quería y decía que podía solo, pero logré convencerle”, explica Pérez.
Tanto Castillo, como Cuevas y Pérez, quieren que más gente mayor sepa de esta ayuda para evitar que salgan de sus hogares innecesariamente.
Además, si algún voluntario tiene miedo de que lo paran en la calle, GuruWalk ofrece a cada uno de ellos un certificado para que las autoridades conozcan el servicio que están ofreciendo. Esta idea es, sin lugar a dudas, un win-win para todos. “Tenemos capacidad de sobra par ayudar y esperamos que sean miles las personas que soliciten este servicio”, concluye Castillo.