Tiene 25 años y abruma todo lo que ha conseguido en tan poco tiempo. Se llama Xavier Cabezas, es de Barcelona y es conocido como el Tecnomago. Es encantador y le gusta mucho hablar. Recuerda, como si fuera ayer, cuando con 12 años redescubrió la magia de una manera que le salvaría entonces la vida y se convertiría en el centro de todo lo que haría después.

Con tan sólo 14 años realizaba un centenar de actuaciones al año gracias a sus dotes de mago. Y en 2019 fue capaz de llamar la atención del productor de Justin Bieber --sí, el popular cantante canadiense-- y cerrar un compromiso con él para dar el salto al otro lado del charco en 2021.

Un tour por EEUU

Cabezas confiesa que tras unos años haciendo eventos, trabajando para numerosas multinacionales y convertir algunos de sus sueños realidad, decidió irse a Estados Unidos el año pasado para saber qué había de nuevo en el mundo de la magia, el espectáculo y el entretenimiento.

El Tecnomago Xavi Cabezas en uno de sus espectáculos

Este veinteañero es capaz de dejar incluso a los más escépticos con la boca abierta mezclando trucos de magia con las nuevas tecnologías y dispositivos, ya sea un teléfono o una tableta. “Cuando fui a EEUU hice una ruta y visité varias ciudades como Nueva York, Nashville, Miami, Los Ángeles, Las Vegas y San Francisco”, explica Cabezas con entusiasmo a Crónica Global.

Sin embargo, a pesar de la gran ilusión con la que fue al país norteamericano, este joven catalán confiesa que no encontró grandes novedades en el mundo del showbusiness y que no todo lo que halló fueron halagos y buenas caras. También hubo tiempo para algún que otro rechazo.

Varios encuentros con productores

Gracias a su perseverancia y a su magia, Cabezas logró cerrar varias reuniones y encuentros con productores, algunos de Broadway. Pero su visión no siempre encajó bien en este ámbito. “Un productor me llegó a echar de su oficina porque no entendía mi proyecto y visión de futuro”, subraya Cabezas.

No obstante, lejos de desanimarse, este Tecnomago siguió insistiendo hasta que le llegó la gran oportunidad en Las Vegas en abril del 2019 que iniciará su carrera internacional el próximo año.

Su gran truco de magia Violet Rabbit

Tras su periplo estadounidense, Cabezas volvió a España con la idea de, antes de embarcarse en esa aventura internacional, crear un mega espectáculo nunca antes visto. “Estoy desarrollando mi proyecto Violet Rabbit que, a modo de resumen, es algo así como hacer real lo que ocurre en Black Mirror”, detalla.

Para llevar a cabo la iniciativa que está preparando, Cabezas necesita seleccionar a 11 personas en España. Con ese fin, el joven ha creado una página web a través de la cual los interesados en participar en este show tendrán que responder a unas preguntas y hacer una oferta —monetaria o no— para convertirse en uno de los elegidos. “Desde la última semana de enero que lanzamos la web ya tenemos unos 8.000 inscritos, pero me gustaría llegar al millón”, señala. Todavía no sabe con exactitud cuándo tendrá lugar este espectáculo que prepara, pero será seguro este año y durará unas seis horas. “Avisaré a los participantes de la ubicación a última hora y les enviaré un traje especial que se tienen que poner para este gran truco de magia”, explica Cabezas.

Aunque quiere mantener el secreto a toda costa, Cabezas asegura que es un mix entre un Room Escape, un show en vivo y un experimento social. “Combinará el mundo online y offline”, subraya. Este emprendedor catalán cree que puede generar tal expectación que no descarga, incluso, que llegue a televisarse.

Aspiraciones

“Mi sueño ahora es crear el entretenimiento del futuro no musical, un nuevo Cirque du Soleil, en el que la tecnología forme parte", explica.

Cabezas sueña tan a lo grande porque ya ha conseguido algunas de sus mayores fantasías e ilusiones que tuvo desde pequeño. “Educa Borras se interesó por lo que mi amigo David Riudor --otro Tecnomago-- y yo hacíamos y creó un juego llamado Tecnomagia Borras y el gran David Copperfield me llamó cuando tenía 20 años y lo conocí en Las Vegas tiempo después. Hoy en día todavía colaboro y sigo en contacto con él”, concluye orgulloso Cabezas.