Un avión eléctrico que batirá récords. Eso es lo que pretende la firma Rolls-Royce con su nuevo juguete. El fabricante británico ha anunciado un nuevo modelo de avión eléctrico para la primavera de 2020 que pretende ser el más rápido del mundo en su categoría.
Se trata de avión pequeño para una sola persona, el piloto, que tendrá una autonomía de hasta 320 kilómetros con una única carga. De esta manera, Rolls-Royce pretende que se cuele en el libro de los récords con una velocidad de 300 millas o 480 kilómetros por hora. Este avión es parte de una iniciativa de Rolls-Royce bautizada como ACCEL (Accelerating the Electrification of Flight) y en el proyecto también han participado otros socios como el fabricante de motores eléctricos YASA y la empresa de aviación Electroflight. Asimismo, la mitad del proyecto ha sido financiado por el Instituto de Tecnología Aeroespacial (ATI), en colaboración con el Departamento de Negocios, Energía e Estrategia Industrial e Innovación de Reino Unido.
Un interior muy potente
En su interior, este avión estará dotado con un paquete de baterías capaz de alimentar hasta 250 hogares o volar 200 millas, es decir, de Londres a París con una sola carga.
Contará con 6,000 celdas empaquetadas para minimizar el peso y maximizar la protección térmica. "La hélice es impulsada por tres motores eléctricos axiales de alta densidad de potencia y, en comparación con un avión convencional, las palas de la hélice giran a unas RPM (revoluciones por minuto) mucho más bajas para ofrecer una conducción más estable y silenciosa. Entregarán más de 500 caballos de fuerza y el sistema de propulsión totalmente eléctrico proporciona potencia con un 90% de eficiencia energética y, por supuesto, cero emisiones”, subraya la compañía.