La justicia francesa ha condenado a la empresa Orange y a su ex consejero delegado Didier Lombardier por los suicidios de decenas de trabajadores, sucedidos a partir de 2008, por “acoso psicológico”.
La empresa, que hasta 2013 se llamaba France Télécom, tiene que pagar una multa de 75.000 euros. Pero el peor parado ha sido Lombardier, condenado a un año de cárcel y a abonar una multa de 15.000 euros.
Métodos “prohibidos”
El tribunal ha resuelto que el ex consejero delegado, y otros ejecutivos de la empresa, utilizaron métodos "prohibidos" para afrontar reducciones de plantilla.
De todos modos, Lombardier tan sólo pasará cuatro meses en prisión. La justicia francesa le ha concedido ocho meses de suspensión de la pena.
Suicidios
Pese a que el tribunal determina que los casos de acoso que llevaron al suicidio de algunos trabajadores de France Télécom empezaron en 2008, el primer caso salió a la luz pública en 2009.
En junio de dicho año, un empleado de la empresa de telecomunicaciones dejó una nota de suicidio en el que acusaba a la empresa de ser la responsable de dicha decisión. En el texto, el trabajador denunciaba a la empresa por una "gestión basada en el terror".
Más casos
Tras hacerse público el caso, se conoció que hasta 35 empleados la compañía se habían matado entre 2008 y 2009, algunos de ellos en su lugar de trabajo. Otros empleados se suicidaron en años posteriores, como un trabajador de 56 años que se inmoló a lo gonzo en abril de 2011 en el parking de su oficina.
Los sindicatos de France Télécom denunciaron un “acoso generalizado” para forzar a 22.000 trabajadores a abandonar la empresa. Ahora la justicia les ha dado la razón.
Sin recurso
Tras la sentencia, la compañía de telecomunicaciones asegura que no recurrirá la decisión del tribunal.
Por otro lado, Orange ha establecido, desde octubre de 2019, una comisión de compensación para estudiar los casos individuales presentados por los familiares de todos los trabajadores que se suicidaron.