Los altavoces pueden llegar a ser un gadget importante en algunos hogares, dado que permiten disfrutar con calidad de contenidos multimedia, ya sea en el ordenador o en la televisión. Además, permiten escuchar música con calidad más fiel a la original de la grabación.
Es por eso que elegir los altavoces adecuados para cada necesidad supone una decisión importante. Para que ninguna persona se pierda, cabe destacar algunos consejos interesantes y prácticos a la hora de escogerlos.
Revisar la acústica
Uno de los primeros pasos que se deben tener en cuenta antes de ponerse a bucear entre cientos de modelos es valorar la acústica de la sala donde se van a instalar. Para la mayoría de hogares, esto supone cuatro habitaciones principales: salón, dormitorio, comedor y despacho. El primero de los casos es donde la mayoría de personas instalan sus altavoces, dado que es donde pasan la mayor parte de su tiempo.
Elegir unos altavoces que puedan acoplarse a la televisión o bien al equipo de música será la opción más recomendable para la mayoría de usuarios. En este sentido, la acústica mejorará añadiendo elementos que puedan amortiguar el sonido, como por ejemplo cortinas o sofás. Las alfombras de suelo también pueden ayudar a reducir las frecuencias graves, evitando que los vecinos se quejen.
Amortiguar el sonido
Para el caso del despacho o de la habitación, la situación es similar. Si se tiene una estantería con libros, por ejemplo, esto puede ayudar a absorber el sonido. En la habitación, de nuevo serán las cortinas o la cama las que ayuden a que no haya rebotes innecesarios.
Sin embargo, esto se complica bastante si quisiéramos ubicarlos en la cocina y el baño, dado que los azulejos propios de estas estancias hacen que sea casi imposible que el sonido no rebote. Aquí hay que asumir simplemente que la acústica de esta sala no será la mejor, apostando por altavoces más baratos que simplemente cumplan su función para los ratos en los que se quiera disfrutar de música en estas habitaciones, como la ducha o a la hora de cocinar.
Altavoces conectados
La gran pregunta que divide a aficionados de la música y melómanos incurables es si apostar por altavoces hi-fi (alta definición) de los de toda la vida, o bien dejarse seducir por las nuevas tecnologías y sus posibilidades de conectividad y portabilidad.
En este sentido, hay que valorar el gran trabajo que están haciendo algunas marcas para ofrecer altavoces inteligentes que suenan realmente bien, pero nunca llegarán a ofrecer la calidad de unos altavoces de estudio profesionales.
Sonido estéreo
Un dato muy sencillo a tener en cuenta en este punto es entender que tenemos dos orejas. Este pequeño hándicap repercute en la manera en la que se concibe y produce la música, dado que en todos los estudios del mundo se mezclan y masterizan las canciones atendiendo al sonido estéreo. Lo mismo ocurre con los estudios de cine y televisión, que incluso incluyen más puntos al sonido para hacer que este sea envolvente.
Por estas razones, sería absurdo reducir todo eso a una única fuente de sonido, como la de la mayoría de altavoces bluetooth, ya que no se escuchará de manera fiel lo que quiso grabar el artista o productor a la hora de concebir su idea. Eso sí, para las personas que solo busquen la comodidad de conectar su teléfono móvil y hacer que suene esto es mucho más fácil apostar por uno de estos altavoces.
El problema de los vatios
Por último, existe siempre un debate entre si los vatios que ofrece un altavoz son reales o no. La respuesta es que la mayoría de fabricantes publicitan como reclamo los vatios que consume el altavoz, pero no cuánto sonido emite. Para mirar este dato hay que fijarse en los vatios RMS, que pueden ofrecer con mayor precisión el dato sobre la potencia de sonido del altavoz, o bien los decibelios a los que puede funcionar.
En cuanto a las pulgadas de los conos, que es la otra gran duda, en general, cuanto más grandes sean más podrán vibrar y mayores frecuencias bajas o graves podrán reproducir sin distorsionar. Los otros conos, los de agudos, suelen ser más pequeños porque no requieren de tanta vibración. Y, como detalle final, habrá que tener en cuenta si tiene bass reflection delantero o trasero, en especial, si se van a situar junto a una pared.