Una de las estrellas del Mobile World Congress (MWC) de Barcelona es una foca. Concretamente, una reproducción del mamífero que se encuentra en la denominada Ciudad conectada de la feria. Demuestra como la tecnología móvil impulsa y facilita una investigación científica en marcha que intenta descubrir qué ha provocado la desaparición de estos animales en el archipiélago de Orkney, en Escocia.
La unidad de investigación de mamíferos acuáticos (SMRU, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Saint Andrews inició la investigación junto a GSMA, el organizador del MWC. Certificó que la población de focas en algunas de las islas de Orkney había decrecido de forma destacada mientras que otras colonias de territorios vecinos eran estables. Por ello creen que algún elemento local afecta negativamente a su reproducción.
Cinco años de vida
El proyecto tendrá cinco años de vida. Lleva dos en marcha y en Barcelona se pueden ver las primeras conclusiones. De entrada, se muestra el proceso de investigación.
Uno de los miembros del equipo de investigación del SMRU que ha venido al MWC de Barcelona para explicar la investigación abierta / CG
Los científicos del SMRU han instalado varios tipos de sensores en focas de la zona para empezar a recompilar información de su hábitat. Los instalan de forma manual en la cabeza del animal con un pegamento que no es dañino para su piel. De hecho, se suele desprender pasado un determinado tiempo y se recupera del fondo del mar gracias a un sistema GPS.
Rastrear los movimientos de las focas
No es intrusivo para los animales, que pueden desarrollar su día a día con total normalidad. Tras su instalación, empieza a recopilar información que se pasará por las etiquetas de telemetría inteligentes que el equipo investigador ha desarrollado.
Se rastrea y monitoriza el movimiento de los mamíferos mediante la tecnología de banda estrecha IoT (NB-IoT). Es decir, una innovación tecnológica que estandarizó GSMA con un reto mayor. Lo que pretende el organizador del MWC es desarrollar el ecosistema necesario para que se pueda capturar información debajo del mar que ayude a monitorizar el cambio climático, The Internet of the Seas.
Los sensores que se han instalado en las focas del proyecto de investigación / CG
En Escocia, recoge datos de la vida de las focas en las profundidades, la temperatura del agua, la salinidad y los sonidos que se oyen en la zona. Todos ellos, elementos que pueden influir en el comportamiento de los mamíferos y que podrían llevar a los motivos de su desaparición.
¿Algas contaminadas?
Los investigadores que se han desplazado hasta Barcelona explican que aún no han llegado a una conclusión clara de qué ocurre con la población de focas. Pero han desarrollado tres teorías. La primera de ellas es la que tiene más fuerza, la contaminación de las algas de la zona. Las focas se alimentan de estas plantas y podrían estar envenenándose.
La segunda tiene que ver con el pescado y la tercera es el posible incremento de depredadores de las focas en la zona.
Aún tienen tres años para proseguir con la investigación.