Apple corre más que el mundo. Su última gran innovación, los auriculares sin cable, ha cogido desprevenidas a las compañías aéreas: si este es el futuro, ningún avión está preparado para adaptar el invento a las tecnologías actuales de salida de audio de los sistemas de entretenimiento, los llamados IFE (in-flight entertainment).
El típico conector de auriculares, el jack de 3,5mm, desaparece del universo Apple. La idea pasa por el mundo inalámbrico, el bluetooth, (ya hay una empresa que comercializa un cable para no perder los AirPods).
Tres soluciones
En cualquier caso, Apple vende un adaptador del jack a su conector, el Lighting, el mismo con el que se carga la batería del terminal y se conecta al ordenador, para facilitar la vida de sus usuarios previo pago. Renovarse o tirar todos los auriculares antiguos.
La tendencia, no obstante, empieza a preocupar en el sector de las aerolíneas (y en otros, como el de los auriculares): a medida que desaparezcan el cable o el adaptador universal, los aviones quedarán obsoletos en materia de ofrecer películas y otros documentos sonoros a sus pasajeros. En este sentido, el dilema para las compañías aéreas tiene, al menos, tres soluciones, aunque ninguna es del todo efectiva.
La primera es proporcionar auriculares o adaptadores de Lighting a jack a los pasajeros --oficiales, para evitar problemas--, ya sea de modo gratuito o pagando una pequeña cantidad, aunque no resuelve el problema a los viajeros que solo disponen de los dispositivos bluetooth. La segunda consiste en cambiar o incluir el puerto de salida de Apple en los IFE de los aviones, hecho muy costoso. La tercera pasa por montar una red de bluetooth en las aeronaves destinada a este cometido.