Smart Watch, ¿el producto frustrado de Apple?

El 10 de septiembre de 2014, Apple presentaba al mundo entero una verdadera revolución. O al menos eso era lo que esperaba Tim Cook, el director ejecutivo de la marca, cuando aquel miércoles descubría el Smart Watch, el reloj con el que Cook esperaba “redefinir la categoría. El siguiente capítulo en la historia de Apple”.

Un reloj con zoom, un diseño extremadamente cuidado, autonomía para más de un día, pero inhábil si no tienes un iPhone que active el resto de sus funciones. De echo, el Smart Watch no es más que un “iPhone metido en la muñeca” en palabras del propio Cook.

Cinco millones de unidades

Así las cosas, se entiende que a día de hoy esta joya de Apple apenas haya conseguido cinco millones de ventas en todo el mundo. Y es que cuesta pagar desde 369 euros (el más barato) hasta 1.269 (el más caro) por un reloj que no deja de ser un accesorio. Existe también una edición limitada con caja en oro macizo de 18 quilates que tiene un precio de 16.400 euros, pero ésta no se comercializa en España.

En su página web, Apple presenta el Smart Watch como un reloj en el que puedes recibir tus notificaciones favoritas al instante. Te invita a llevar una vida saludable gracias a una aplicación que lleva el control de tus entrenamientos. Te ofrece también la posibilidad de adaptarlo a tu gusto con la elección de múltiples correas diferentes. Y poco más.

Objetivos sin cumplir

No hay duda que con Smart Watch, Apple se ha topado con el primer producto que no alcanza las cifras de ventas estimadas. Mientras que las ventas de los iPhone suben como la espuma (en el último trimestre de 2015 alcanzaron 75 millones de unidades en todo el mundo), las de relojes parecen estancadas a la espera que salga el Apple Watch 2.

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