Alan Ball ha llegado a Barcelona y en medio de la tormenta hizo aparecer el sol. El creador de las míticas series A dos metros bajo tierra y True Blood se siente optimista.
No es fácil. Reconoce que los estudios de Hollywood se han vuelto más conservadores, que no está siendo fácil apostar por la originalidad en las series, pero vive “tratando de ser optimista”, asegura a Crónica Global.
El ganador de un Oscar por American Beauty está en la capital catalana para ofrecer dos clases magistrales en el festival Serieliezados. Él, en cambio, no presenta ninguna. Tiene proyectos, pero se los han rechazado. Aun así, sigue sonriendo.
- Se le echa de menos en el panorama de las series. ¿Prepara algo?
- Hace cinco años hice un filme llamado Mi tío Frank. Y este lustro he estado creando series de televisión para diversas plataformas y canales de televisión. Una de ellas, estuvimos casi a punto de ponerla en marcha, pero la gestión de la empresa cambió de manos y la nueva persona que entró dijo que no lo entendía y la canceló.
- Luego, he estado dos años trabajando con una productora con la que ya teníamos hasta a la actriz protagonista. Eran dos textos que todo el mundo parecía amar. Y, de nuevo, pasaron los años y esos proyectos no fueron a ningún lugar.
- ¿Y entonces?
- Bueno, tomé la historia del último proyecto y la estoy adaptando a una novela. Porque así no tengo que pedir permiso a nadie, ni tengo que llevar a mis espaldas a 16 personas. Y la verdad que lo estoy disfrutando. No sé si se publicará o no, no tengo control sobre eso. Pero, es realmente cinematográfica. Así que, si se publicara, quien sabe si igual la quieren hacer serie de televisión.
- Es difícil entender que una persona ganadora de un Oscar y que ha creado dos series de éxito es rechazado. ¿Qué sucede?
- Es muy difícil tener un proyecto y poder grabarlo. Ahora hay muchas plataformas y canales. Están muy asustados ahora mismo, no quieren perder dinero, no quieren arriesgar en algo que no funcione bien. Da la sensación de que están buscando proyectos que se base en algo que ya ha triunfado. Por eso hacen, secuelas, precuelas, spin-offs, reboots. Y mis proyectos presentados eran originales. Creo que solo pensaron, “no sabemos si hay un público para esto”.
- En cambio, hacen Alien Earth, y la gente conoce a Alien, y todos lo empiezan a ver y lo irán a ver. Pasa eso. Y con un programa que es realmente original, del que no se conoce nada, que no tiene grandes estrellas, no quieren ir a por él.
- Pero es una pena, porque en la época dorada de las series eso no parecía ser así. ¿Qué ha pasado?
- Creo que fue una combinación del Covid y la explosión de las plataformas. Ahora hay tanto donde elegir…. Creo que la gente probablemente piensa si lo que ve significa algo para ellos o lo reconoce. Si no, se queda mirando el icono de menú. ¿No es frustrante?
- Sí, claro, porque hace difícil que salgan cosas como 'American Beauty' o 'True Blood', por ejemplo.
- Bueno, están haciendo un reboot de True Blood, así que habrá otra versión de eso. No sé cómo lo harán. Yo les dije que no quería formar parte de eso.
- ¿American Beauty? Me pregunto si se podría hacer hoy. Creo que la dinámica entre hombres y mujeres jóvenes es demasiado tabú, asusta demasiado en el clima actual.
El guionista Alan Ball
- ¿Tal vez ‘A dos metros bajo tierra’?
- También querían hacer un reboot de la serie. Aunque me pregunto cómo la harán, porque están todos muertos (sonríe).
- Esta serie fue todo un fenómeno. Enfrentaba la muerte y, sobre todo, describía las miserias de una supuesta familia perfecta americana. ¿Cómo se le ocurrió?
- En realidad yo recibí una propuesta de alguien de HBO. Tuve una reunión con la jefa de Originals de la plataforma. Me dijo que siempre había pensado hacer algo que sucediera en una funeraria. Y algo se despertó en mi cabeza. Por razones familiares yo había pasado mucho tiempo allí, porque muchos miembros de mi familia murieron pronto.
- Sólo sabía que no quería que fuera una sitcom, que es lo que venía haciendo desde hacía dos años. Lo descarté. Así que cuando fui a casa por Navidad me puse a escribir el piloto. Lo llevé a HBO y les gustó.
- Y luego cambió por completo e hizo una de vampiros, 'True Blood'. Que lejos también de hablar de los muertos o no-muertos era mucho más libre a nivel relaciones y apertura sexual. Ahora que hay tanto tabú, como usted dice, ¿se podría hacer?
- Me gusta pensar que cualquier cosa es posible. Incluso en algo tan frustrante y cerrado como el mundo de la producción televisiva en este momento. Tengo confianza y que siempre aparecen series buenas.
- ¿Sí? ¿Crees que hay buenas series? ¿Podría decirnos qué series le gustan?
- Sí, me gusta Severance. También Slow Horses, una producción de Netflix que se llama Nobody Wants This, que me gusta. Hay una comedia de HBO que se llama The Chair Company, que es muy divertida…
- Veo muchas series internacionales, también mucha series española como Casa de Papel, Vis a vis... Sky rojo, aunque es muy loca, es muy divertida, Élite y otra gran serie, Vivir sin permiso.
- Antes de acabar, usted fue muy crítico con el primer gobierno de Trump y ha vuelto a ganar. ¿Cómo lo vive? Dicen que incluso afecta a la industria.
- Sí, los estudios se están volviendo más conservadores. Pero siguen habiendo shows como South Park o Jimmy Kimmel.
- Bueno, pero casi logran cancelarlo.
- Pero gracias a la gente ha vuelto a antena. Eso es alentador.
- ¿Sí?
- Trato de ser optimista. Acabamos de tener algunas elecciones y los resultados han sido muy buenos. Y no tengo claro que Trump vaya a sobrevivir a este mandato.
