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Después de que Segundo Premio, de Isaki Lacuesta, se cayera de la carrera de los Oscar, las esperanzas catalanas siguen vivas. No es que El 47 tenga un mercado en Estados Unidos, sino que hay un catalán que vive allí que con su último cortometraje no ha dejado de recoger premios y la candidatura e incluso el Oscar al mejor cortometraje de ficción podría ser uno de ellos.

Se trata de Àlex Lora, un conocido realizador que se estrenó hace tres años en el largo con Unicornios, pero que ha seguido explorando su narrativa y su cine en el corto. El pasado 2024 regresó al festival de Sundance para presentar La gran obra y, una vez más, triunfó.

La gran obra

El título se ajusta perfectamente al corto. Se trata de una pieza de orfebrería en la que, en poco más de 20 minutos, el cineasta catalán enfrenta al espectador con su interior más oscuro. Aquel que siente miedo por el otro y aquel que siempre se las da de bueno quedan aquí cuestionados.

La historia parte cuando una familia acomodada quiere deshacerse de un televisor y, en el desguace, se encuentran a dos personas racializadas con ganas de ayudarles a deshacerse de todo lo que les haga falta. La desconfianza del pater familias y la confianza absoluta de la mujer van a desmoronarse en cada una de las escenas de esta especie de Parásitos a la española rodada en Estados Unidos que, por el momento, está nominada a los Goya y a los Gaudí.