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Una de las primeras cosas que Florencia de Maio quiso hacer cuando, en 2017, se mudó de Buenos Aires a Barcelona para empezar una nueva vida fue visitar Rupit.

“Había leído y visto fotos de este pequeño pueblo medieval en un blog de viajes, y me enamoré”, explica esta actriz y profesora de arte dramático argentina afincada en el Maresme.

El abuelo 'desconocido'

El encanto de Rupit, con sus calles empedradas, su puente colgante y los frondosos bosques que lo rodean superó todas sus expectativas, así que unos meses más tarde, cuando su padre vino a visitarla desde Buenos Aires, decidió llevarlo allí.

“Mientras almorzábamos en un restaurante, se animó a contarme la historia de mi abuelo, de quien nunca me había querido hablar. Supongo que la distancia, estar en un entorno diferente, fuera de nuestro hogar en Argentina, lo animaron a abrirse”, recuerda De Maio.

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La primera novela

Tras esa conversación con su padre, en la que descubrió más detalles sobre sus abuelos paternos, que emigraron a Argentina cuando su padre tenía 11 años de un pueblo de Calabria hundido en la miseria al terminar la guerra, De Maio sintió por primera vez la necesidad de sentarse a escribir

El resultado es Aurelia (2024), su primera novela, una historia protagonizada por una mujer catalana de 30 años que se encuentra en un momento crucial de su vida.

Un misterioso legado

No sabe si desea quedarse en Londres, adonde ha ido a construirse un futuro como diseñadora, o regresar a Rupit, donde su abuela, que acaba de morir, le ha dejado un misterioso legado. 

“En realidad, transformé el personaje de mi abuelo en una mujer”, explica la actriz y escritora, que escribió la novela durante la pandemia.

'Aurelia', de Florencia de Maio

Viaje familiar

A través de la historia de su abuela, Aurelia, la protagonista, irá rearmando poco a poco su vida, con la intuición de su deseo como faro y dispuesta a no ceder a los caprichos del destino.

Un viaje familiar y personal en el que, de forma similar a la autora, descubrirá el misterio y la pasión de lo no resuelto, pero también los temores, los secretos y el eco persistente de una historia de amor que perdura en el tiempo.

Historia de amor

“Mi novela en el fondo es una historia de amor con lazos familiares que reivindica a las mujeres y a todas las personalidades soñadoras, las que persiguen sus ideales, a pesar de que se las juzgue por ello”, comenta De Maio.

Ella misma se pone como ejemplo, al haberse demostrado que podía escribir un libro en circunstancias difíciles, como la pandemia y la maternidad.

Ahora o nunca

“El mensaje que me gustaría hacer llegar a mis lectores, en especial a las mujeres, es el de 'animarse a hacer'. Todas las mujeres llevamos nuestra Susanita dentro, queremos hacer cosas, pero el entorno no nos lo pone fácil, o nos decimos a nosotras mismas que no lo conseguiremos”, explica. 

Si algo no le falta a De Maio es iniciativa y espíritu emprendedor. Tras casi veinte años trabajando como actriz en Buenos Aires, ella y su marido decidieron abandonarlo todo para empezar una nueva vida en Barcelona.

“Estaba cansada de la inseguridad y de la crisis económica de mi país, así que me dije: 'Si no lo hacemos ahora, con 30 años, después será muy complicado'”, recuerda.

El destino... y la pandemia

En Barcelona, De Maio empezó a trabajar como profesora de dirección de actores en una universidad y colaboró en diversos proyectos con el consulado para promover el cine argentino en la ciudad. Pero entonces llegó la pandemia y todo se detuvo.

“Fueron tiempos difíciles, pero de no haber sido por el confinamiento no me hubiese sentado a escribir la historia que tenía en la cabeza, sin pensar que luego podría salir un libro”, comenta, orgullosa.

La temprana muerte de su madre

Escribir Aurelia le ha permitido, por otra parte, comprender mejor a su padre, con quien convivió estrechamente tras morir su madre cuando ella tenía apenas 18 años.

“Nos llevábamos bien, pero nunca me contó nada de su pasado, de su familia”, explica, convencida de que poner distancia es un buen aliado a la hora de entender las relaciones humanas. 

En junio de 2020, aún en tiempos de pandemia, ocurrió otro hecho que De Maio interpretó como una señal de que tenía que seguir escribiendo: la mítica tienda de máscaras artesanales de la calle Princesa (Arlequí Màscares), que tanto le gustaba visitar desde su llegada a Barcelona, en 2017, cerraba sus puertas, al no encontrar sucesor y no poder remontar la caída de ventas.

La tienda de máscaras

“Solía plantarme delante del escaparate lleno de máscaras y soñar historias”, recuerda, admitiendo que la novela tiene una conexión con las máscaras, y con una escapada a Venecia con su marido buscando una máscara que les gustaba mucho por todas las tiendas de la ciudad.

“Las máscaras tienen que ver con jugar a ser otro personaje, con meterse dentro de una ficción, que es lo que yo llevo haciendo desde que me mudé a Barcelona”, se ríe. 

Para De Maio hubiera sido mucho más fácil que la protagonista de su novela fuese argentina, pero, en un guiño a este juego de máscaras, optó por construir un personaje catalán a partir de su mirada como argentina establecida aquí.

Una catalana más

“Desde el primer momento he intentado involucrarme en la cultura catalana, aprender catalán, conectar con la gente catalana. Era la única forma de construir mi propia mirada de esta sociedad, desprendiéndome de creencias y prejuicios”, explica.

Su mirada de los catalanes ha ido evolucionando con los años, admite, pero ha logrado identificar aspectos que admira, como el valor que aquí se le da a la familia.

¿Alguna crítica? “Quizás les diría que se animasen a más. Cierto que este lugar es 'demasiado bueno', pero salir de la zona de confort es lo que nos transforma en algo diferente, sin necesidad de moverse del lugar”.