El Festival de Cine de Sitges, el más importante de Cataluña y el segundo de España, sufre una infrafinanciación por el Gobierno de España. Los datos son claros. El presupuesto final del certamen fue de 2.989.946 euros en 2023. De ellos, menos de la mitad vienen de ayudas y subvenciones. Las cuentas del año 2023 indican que en donaciones, legados y demás reunieron 1.394.807,09 euros. La mayoría de ellos, de dentro de Cataluña.
“Echamos de menos al Estado español”, lamenta la alcaldesa de Sitges, Aurora Carbonell. Apenas aparece. Las ayudas son insignificantes, subraya. “Si el festival de San Sebastián recibe más de un millón de euros, Sitges recibe poco más de 100.000 euros”, recalca.
Cuánto invierte el Estado
No le falta razón. El Ministerio de Cultura ayuda a buena parte de los festivales de cine de España, pero a la mayoría de ellos vía subvenciones o donaciones indirectas. En cambio, hay tres eventos cinematográficos españoles que reciben una ayuda nominal: el Festival de San Sebastián, el de Málaga y el de Sitges. En este orden.
El certamen donostiarra recibió de manera directa 1.122.100 euros en el año 2023. El catalán se tuvo que conformar con 125.000 euros. 75.000 menos que el más joven Festival de Málaga, dedicado exclusivamente al cine iberoamericano.
Sitges, el segundo más importante de España
Los datos causan cierto malestar en el Ayuntamiento, cuya alcaldesa es la presidenta del patronato que conforman el Festival de Sitges. Las cifras son ínfimas y más cuando se comparan estos tres eventos en número de asistentes. San Sebastián es el que más espectadores e industria acoge. El número de asistentes en 2023 superó las 158.000 personas, lo que hace que se iguale casi al de Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, que según sus propios datos alcanzó los 158.461 el pasado año.
A pesar de todo, el Festival de San Sebastián, por historia y por el peso que tiene a nivel de industria y mercado, es mucho más potente. Además, por el tipo de estrenos que se presentan a competición, lo convierten en el único de clase A de toda España, categoría que lo iguala a otros como Cannes, Berlín y Venecia, por poner un ejemplo, porque presentan estrenos mundiales e internacionales de largometrajes en su competición.
Clasificación internacional de festivales
Sitges forma parte de los 26 selectos certámenes de clase B desde hace años. Clasificación que le ha otorgado Federación Internacional de Asociaciones de Productores, la FIAPF, por su especialización en el cine fantástico y por ofrecer estrenos continentales, nacionales y locales. Allí llegó antes que el Festival de Málaga, que justo este febrero se incorporó al programa de acreditación de este ente internacional que otorga valor a los certámenes cinematográficos.
A pesar de ello, el evento andaluz lleva ya más de una década recibiendo una ayuda directa por parte del Ministerio de Cultura y una cuantía mayor que Sitges, 200.000 euros el pasado 2023, según datos de BoxOffice España. De ahí viene, precisamente, esta reivindicación de la alcaldesa.
Reclamo del Ayuntamiento
“Ahora empiezan a poner algo, pero las cantidades son irrisorias”. Y es así. La primera ayuda directa por parte del Gobierno no llegó hasta 2019 y las cantidades son las que son. Más si se tiene en cuenta que el Festival de Sitges es mucho más antiguo, atrae a más público, más producciones e industria internacional, tiene mayor número de espectadores y es el único de toda Cataluña que lleva el nombre de la comunidad autónoma.
“La Generalitat y el Ayuntamiento son los que más aportan”, indica. Las cuentas de 2023 del Festival de Sitges lo confirman. Incluso sumando las subvenciones del ICAA, el Estado es el tercero en aportación. La Generalitat aporta unos 620.000 euros, el Ayuntamiento, más de 370.000 y el Ministerio, no alcanza los 305.000 euros. Por eso, desde el consistorio lanzan de nuevo el mensaje: “Echamos de menos al Estado”.
El festival, agradecido
Desde del certamen, la directora de su fundación, Mònica Garcia, entiende la posición de la Administración. De la local y la estatal. "Nosotros estamos muy contentos", asevera. García tiene en cuenta la perspectiva histórica. De no tener nada en sus inicios a los 90.000 euros que se empezaron a dar en 2019, han pasado a los 125.000 euros de 2023. "Una cifra que este año se ha duplicado", adelanta la directora de la fundación.
Es verdad que este año, el acumulado puede que ser menor, matiza. "Las líneas de ayuda a los laboratorios" de creación que organiza el festival, "ahora los entrega la Generalitat". La institución catalana es ahora la encargada de distribuir los fondos europeos de creación, concreta.
Trabajo por hacer
Las ayudas, por tanto, están y las agradecen. "Yo me había ido a pedir ayudas nominales y me decían que era un modelo que se iba a extinguir", recuerda. La verdad es que son pocos los que optan por ellas, y Sitges ha accedido a ellas.
Durante la pandemia y con el cambio de Gobierno socialista no sólo llegaron, sino que "se han incrementado". "Queda mucho por recorrer", admite, pero poder tenerlas y convertirse en el segundo festival de España ya es mucho.