El Cruïlla ha logrado el lleno casi total en su edición de 2023. A pesar de los problemas de movilidad por las obras del tranvía, el festival musical, que se celebra en el Fòrum de Barcelona, ha cerrado con 76.000 espectadores --4.000 más que el año pasado-- y ha alcanzado su máximo aforo (25.000 personas) en la noche del viernes, su jornada más multitudinaria.

Los conciertos del viernes contaban con el atractivo de cabezas de cartel como The Offspring, Sigur Rós, Alt-J y Franz Ferdinand, que permitió alcanzar este aforo máximo. Un límite que la organización fijó para garantizar la comodidad de los espectadores y consolidar un modelo de festival "sostenible".

Leiva y Antònia Font

"Estamos muy contentos porque tenemos un festival que pone al espectador en el centro y que marca un nueva tendencia", ha señalado Jordi Herreruela, director de este evento, que pone énfasis en que el espectador tenga una experiencia agradable, sin aglomeraciones, y en minimizar el impacto ambiental. El festival cerrará puertas en la madrugada de este domingo tras cuatro jornadas de concierto y en su última noche espera acoger 23.000 personas, que podrán disfrutar de los conciertos de Placebo, Leiva, Moderat y Antònia Font, entre otros.



"Algunos conciertos estuvieron muy llenos", ha reconocido Herreruela en referencia al de Sidonie, que actuó en un escenario demasiado pequeño para su capacidad de convocatoria. Aun así, el director destaca que "todo fue bien" porque había "más de 100.000 metros cuadrados para 25.000 personas, que es un aforo muy confortable".

El jueves fue el día de los ritmos latinos, con 16.000 espectadores, y el miércoles el de las músicas urbanas, con 12.000 asistentes. "Estamos satisfechos con esta fórmula que no intenta crecer el fin de semana, sino abrir puertas entre semana, con la jornada del miércoles pensada para la gente joven y la del jueves para el baile", ha señalado el director.

Problemas con el transporte público

A pesar de la satisfacción general, Herreruela ha admitido que en la presente edición "ha habido un problema de movilidad" y que el público ha tenido serias dificultades para volver a casa al salir del Fòrum, por el corte de la L4 del metro y la T4 del Tram por obras. "La Administración nos avisó con poco tiempo de estas obras y el sistema de lanzaderas que habilitamos no ha funcionado bien -ha afirmado el director-. Creemos que éste es un problema que no podemos solucionar sin la Administración".

No obstante, Herreruela se ha mostrado especialmente satisfecho del funcionamiento del nuevo sistema de suministro de energía del festival, que se ha alimentado durante cuatro días exclusivamente de energía renovable. También se ha felicitado de que el 61% del público sea de la ciudad Barcelona, el 29% del resto de la provincia de Barcelona, el 7% del resto de Cataluña, el 3% del resto del Estado y menos de un uno por ciento de fuera de España, porque la proximidad minimiza la contaminación que provoca el transporte