Dos equipos de investigadores han desvelado dos importantes y llamativos hallazgos arqueológicos en los últimos días en Cataluña: uno de ellos, el de 250 grabados prehistóricos en Montblanc (Tarragona) y otro, el de ocho tumbas en el casco antiguo de Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona).
En el primer caso, un equipo del Institut de Paleoecologia Humana i Evolució Social (Iphes) ha puesto al descubierto, en trabajos de limpieza y documentación, más de 250 grabados postpaleolíticos en el yacimiento de la Roca de les Ferraduras, en el antiguo pueblo de Els Cogullons, en Montblanc.
"Uno de los más importantes de Cataluña"
El conjunto se encuentra al aire libre, en una superficie de roca arenosa de cientos de metros, lo que convierte a este yacimiento, tanto por su extensión como por su número y variedad de representaciones, "en uno de los más importantes de Cataluña en cuanto a grabados rupestres" de este tipo, según Iphes.
Esta serie de grabados lo descubrió a finales de la década de 1970 Ramon Capdevila, un aficionado a la arqueología, pero más allá de la publicación de algunas fotografías y comentarios, no había sido objeto de estudio. Los trabajos de Iphes han permitido hallar más de los que se conocían, algunos de los cuales en un estado de conservación "extraordinario".
Representaciones humanas
Los grabados están en el suelo, sobre la superficie de una formación rocosa del gres rojo. En ellos existe una gran variedad de formas y motivos, algunos formando escenas. Los más representados son las llamadas herraduras, que dan nombre al yacimiento, y unas cruces, de las cuales se cree que son representaciones simplificadas de antropomorfos con los brazos en cruz y las manos abiertas, muy desproporcionadas en relación al cuerpo.
La hipótesis sobre la cronología de dichos grabados es que los primeros se podrían haber realizado a finales del Calcolítico e inicios de la edad del Bronce, hace unos 4.000 años, aunque también los hubo durante la edad de Hierro y con posterioridad.