El imperialismo estadounidense no es cosa del pasado. Así lo asegura el historiador Daniel Immerwahr. Y aporta datos: controla cinco territorios: Guam, Puerto Rico, Samoa Americana, las Islas Vírgenes de Estados Unidos y las Marianas del Norte. Pero es que, además, tiene alrededor de 750 bases militares en el extranjero.
Esos territorios de ultramar importan, y mucho. "La guerra contra el terror comenzó en una base militar. La píldora anticonceptiva, la quimioterapia, el plástico, Godzilla, The Beatles, La casa de la pradera, Irán-Contra, la radio de transistores, el propio nombre de Estados Unidos: no se puede entender la historia de ninguna de estas cosas sin entender el imperio territorial", escribe Immerwahr, profesor de la Universidad del Noroeste, en su libro Cómo ocultar un imperio. Historia de las colonias de Estados Unidos (Capitán Swing), donde, además, explica los episodios más oscuros de un país destructivo, que posteriormente utilizaría las innovaciones en electrónica, transporte y cultura ideando otro tipo de influencia.
A pesar de este predominio, la economía de Estados Unidos se está debilitando. Cabe preguntarse, por tanto, hasta cuándo durará ese imperio norteamericano que, a diferencia del español, ha logrado mantenerse.
España 'versus' Estados Unidos
¿A qué se debe esa diferencia entre ambas colonizaciones? "Una parte de la respuesta es la economía de los Estados Unidos y su capacidad para canalizarla hacia un ejército formidable. Eso ayuda a explicar por qué Estados Unidos conquistó el territorio de España en 1898-1899, y no al revés. Pero lo que es más sorprendente es que Estados Unidos todavía tiene un imperio. Tiene cinco territorios pequeños y, sorprendentemente, alrededor de 750 bases militares en el extranjero (más que las que tienen el resto de paises juntos). De ahí que "frente a una revuelta mundial contra el imperio a mediados del siglo XX, Estados Unidos encontró nuevas formas de proyectar el poder, pasando en parte de un imperio colonial a uno puntillista".
El término imperial, explica el autor en su libro, suele ser peyorativo. "Los imperios son los matones que avasallan a las naciones más débiles. No es difícil alegar que Estados Unidos es imperialista. No cabe duda de que sus empresas y sus fuerzas armadas se han extendido tranquilamente por todo el mundo", escribe el estadounidense. Pero este término tiene una acepción menos negativa, alusiva a "un país que tiene puestos avanzados y colonias". Algo que no tiene que ver con el carácter, sino con el territorio. En este sentido "es indiscutible que EEUU ha sido un imperio y lo sigue siendo".
Multinacionales
Las empresas multinacionales son importantes en esa colonización duradera porque "tienen una enorme cantidad de poder, pero rara vez controlan el territorio o comandan fuerzas militares. Si por 'imperio' te refieres a la capacidad de controlar los asuntos, entonces las grandes empresas sí rivalizan con los países poderosos. Sin embargo, su forma de poder es diferente y, a menudo, buscan actuar a través de los gobiernos para salirse con la suya", precisa a este medio.
"El colonialismo acecha en el entorno de la política al más alto nivel. Ha afectado a McCain, Palin, Obama y Trump", escribe. ¿Pueden China y Europa poner fin a ese predominio colonial? Immerwahr afirma que "una de las características más llamativas del mundo desde 1945 es que Estados Unidos se ha instalado en una posición de supremacía armada con respecto al resto del planeta. Esto fue relativamente fácil de hacer para Washington después de la segunda guerra mundial, cuando la economía de los EEUU era más grande que las siguientes juntas".
Sin embargo, "la posición es más difícil de mantener ahora, ya que la posición económica de EEUU se está debilitando. Seguramente a China y Rusia les gustaría que Estados Unidos perdiera su posición como hegemonía global, pero creo que, si eso sucede, será menos por presiones externas y más por el debilitamiento de la economía estadounidense y la falta de compromiso político dentro de los Estados Unidos para vigilar el planeta".