“Para mí, una buena fotografía es la que explica todo lo que está pasando”. Así inicia su relato para el Día Mundial de la Fotografía Gala Espín, fotoperiodista de Crónica Global. El origen de esta fecha se remonta a la invención de daguerrotipo por el artista francés Louis-Jacques Daguerre, que fue presentado en la Academia de las Ciencias de Francia el 19 de agosto de 1839. Desde entonces la tecnología ha avanzado para mostrar al público en general la nitidez de lo que sucede en el mundo y, para ello, este medio ha decidido dar voz a aquellos que siempre están detrás de la cámara.
El primer principio que deberia seguirse para realizar una buena fotografía es saber mirar. “Mucha gente cree que hacer una foto es un simple clic y no es así”, remarca Luis Miguel Añón, fotoperiodista en Crónica Global. Tanto él como Espín trabajan en el Departamento de Audiovisuales, dirigido por Lena Prieto. Observar, comprender e interpretar en una milésima de segundo es clave para este oficio, que en los últimos años ha intentado ser desplazado por los móviles.
Cómo hacer una foto
Son múltiples los casos en los que tanto un periodista que cubre la noticia como cualquier persona que quiera publicar una captura en las redes sociales fotografía sin pensar. “Lo típico es disparar y disparar. Primero hay que observar, por eso planteo lo que quiero hacer, me informo, voy al espacio y me hago una idea de cómo entra la luz. Así es como salen las cosas”, asevera Espín. Es clave para saber cómo hacer una foto, que puede ser útil en cualquier circunstancia, y no acabar frustrado por el resultado final.
Añón cuenta con una opinión similar: “observa primero, pero con el tiempo te darás cuenta de que, sin querer, estás mirando y ves que sucede algo”. La acción es otra de las claves del fotoperiodismo, especialmente si no se basa en fotografía documental. Aunque para ello no solo sirve con ir, ver y hacer clic con la cámara. “Hay que leer, mirar lo que hacen otros compañeros y serás cada vez más crítico con tu trabajo”, sentencia.
Ver la realidad
La realidad es subjetiva. De hecho, son varios los casos en los que se tiene la sensación de que ha sido tergiversada la fotografía, aunque tan solo tenga que ver con la interpretación que otorga el escritor del texto a la imagen. “Nosotros tenemos una interpretación de la fotografía pero luego se apoya en un escrito y dependiendo del periódico, la ideología, ese texto que acompaña la orientará hacia un lado u otro, pese a que sea la misma foto”, asevera Añón.
Pero, pese a ello, la meta última del fotoperiodista --que no siempre del fotógrafo-- es que sea capaz de transmitir lo que sucede. “Con mi trabajo intento que la gente vea la realidad. Para eso hay que estudiar la situación y escuchar a la persona”, remarca Espín. Sin embargo, las críticas por manipulación subyacen por no mostrar todo lo que ha pasado, por lo que cabe recordar que esa instantánea tiene unos límites: los 35 milímetros.
La mirada
De la misma manera que un biólogo marino no ve igual a una tortuga que un surfista, un fotógrafo o fotoperiodista no observa igual una acción que un transeúnte. La mirada es algo fundamental, de ahí que corra el dicho entre los profesionales: “Enséñame cómo miras y te diré qué fotos haces”.
Al final es trabajar un órgano más de tu cuerpo, como en un deportista de élite. “Has cultivado poco a poco ese ojo para que cada vez sea más preciso, has invertido en material y tienes unos valores para poder hacer frente a lo que ves”, sentencia Añón. La fotografía ha quedado opacada tras las cámaras de los móviles que todo lo capturan para brindarlo en medios de comunicación y/o redes sociales. Pero la realidad y la belleza requieren una dedicación y esfuerzo que va más allá de un simple clic.