Existen pocos lugares en el mundo que ofrezcan a jóvenes talentos el espacio, el apoyo y el tiempo necesarios para encarar el proceso vital al que se enfrentan hasta convertirse en creativos. Un todo en uno que representa el leitmotiv de Fabrica, una institución inspirada en el Renacimiento donde experimentar la comunicación contemporánea mediante una constante interacción entre diferentes disciplinas artísticas.
“La voluntad es tratar la creatividad con todas sus facetas posibles, con una visión casi caleidoscópica de lo que es crear”, explica el cineasta y artista Carlos Casas (Barcelona 1974), actual director del programa del centro. Él mismo inició aquí su trayectoria artística en 1998 bajo la tutela de Oliviero Toscani, el icónico fotógrafo de la firma italiana e ideólogo, junto a Luciano Benetton, de este extraordinario proyecto.
Tres décadas fabricando ideas
Pronto se cumplirán 30 años desde que, en 1994, estos dos visionarios fundaran cerca de Treviso un centro de investigación artística multidisciplinar que acoge a talentos curiosos, menores de 25 años, de todo el mundo. Fabrica no tiene en sí una voluntad académica, sino más bien el deseo de ofrecer un lugar de encuentro multicultural donde explorar libremente la comunicación moderna mediante diversas disciplinas como el diseño gráfico, el vídeo, la escritura, la música, lo digital y la fotografía. Basándose en la metodología del “aprender haciendo” del taller de arte renacentista, su finalidad es generar ideas, mediante un continuo intercambio de experiencias, que sirvan como herramienta para el cambio social.
Aunque son muchos los aspirantes, tan solo unos pocos consiguen superar el exigente proceso de selección e instalarse becados durante seis meses en esta incubadora de talentos. Cada promoción se enfrenta a una temática diferente que deberá desarrollar mediante un estimulante proceso de colaboración transversal. Un emocionante viaje en el que los residentes, además de su propio proyecto y de participar en otras actividades como concursos internacionales, producción de contenidos creativos o trabajos en equipo, disfrutan de una serie de conferencias, seminarios y talleres impartidos por reputados mentores de diversos ámbitos. La lista de artistas invitados evidencia tanto la excelencia como el carácter multidisciplinar que caracterizan Fabrica. Ferran Adrià, Franco Battiato, Al Gore, Sebastiäo Salgado, Javier Mariscal, Patricia Urquiola, Issey Miyake, Marina Abramović, Philippe Starck, Roberto Saviano, William Klein y Martin Parr son solo algunos de los nombres que han pasado por aquí a lo largo de estas tres décadas.
Un ágora del siglo XXI en una villa del XVII
La sede de esta excepcional “fábrica” de ideas se encuentra a las afueras de Treviso, una encantadora ciudad amurallada de edificios porticados, atravesada por numerosos puentes y canales, ubicada en el golfo de Venecia.
Espléndidas casas y antiguos palacios conforman el paisaje que nos acompaña hasta acceder al campus emplazado en Villa Pastega Manera, un antiguo edificio del siglo XVII cuidadosamente restaurado y ampliado por el arquitecto japonés Tadao Ando. Pasado y presente dialogan armoniosamente en todos y cada uno de los espacios del recinto que los residentes readaptan a sus necesidades como si fuera un lienzo en blanco donde plasmar sus obras, ejerciendo simultáneamente de laboratorio y sala expositiva, el lugar perfecto para la experimentación.
Son 51.000 metros cuadrados de superficie ocupados por las estancias ya existentes y las nuevas construcciones desarrolladas prácticamente en su totalidad en niveles inferiores para ceder el protagonismo al entorno natural. La villa original alberga el auditorio que se abre a un atrio y a una gran plaza diáfana donde reposan unas impresionantes columnas. El hormigón armado sustenta los nuevos edificios, estructurados en torno a una impresionante plaza elíptica porticada, entre los que destaca la magnífica biblioteca en espiral que contiene cerca de 10.000 volúmenes entre libros, revistas y documentos.
Réquiem por el planeta
La extinción ha sido el tema del programa comisariado por Carlos Casas y Just Passing Trough (Solo de paso), el título de la exposición que marca el punto final a esta residencia de seis intensos meses. Las obras creadas por el grupo internacional de jóvenes creativos conforman este trabajo de fin de curso que ha contado para la inauguración con un invitado muy especial: Andrea Lissoni, excomisario del departamento de Arte y Cine Internacional de la Tate Modern de Londres y actual director artístico de la Haus der Kunst de Múnich.
La muestra reflexiona no solo sobre la desaparición de especies debido al imparable cambio climático, sino que además explora la extinción de géneros, símbolos, tradiciones, lenguas o personas. Así, por ejemplo, Mohammed El Hajoui retrocede con su obra hasta un tiempo ya concluido, su niñez en Marruecos, creando un efímero mosaico con harina coloreada; Charlot Dennis indaga en los roles y estereotipos de género y Giorgia Burzio brinda una oportunidad de supervivencia a unas plantas endémicas de la zona utilizándolas para elaborar helados. Performances, fotografías, videoinstalaciones, proyecciones y esculturas de los residentes ponen el broche de oro a este ciclo académico que se extingue para dar paso a una nueva generación de “fabricantes” en esta inspiradora factoría de creadores.