Ramón Acín y Conchita Monrás, ejecutados en la Guerra Civil / FUNDACIÓN ACÍN

Ramón Acín y Conchita Monrás, ejecutados en la Guerra Civil / FUNDACIÓN ACÍN

Creación

El amor en los tiempos de barbaridad de la Guerra Civil

Víctor Juan recopila las cartas que se enviaron Ramón Acín y Conchita Monràs, ejecutados por los franquistas, en un libro que incluye 200 documentos y que acerca al lector a la intimidad de la pareja

24 abril, 2022 00:00

Debemos a Víctor Juan conocer la historia más hermosa que pueda contarse. La de Ramón Acín, artista, maestro y humanista. Y, sobre todo, un hombre bueno que fue ejecutado en la Guerra Civil por elegir el bando de los humildes. En Ramón Acín. En cualquiera de nosotros, un pedazo tuyo, Juan narraba la vida de este dirigente de la CNT, articulista en publicaciones anarquistas, ilustrador de revistas satíricas y profesor en la Escuela de Magisterio de Huesca, actual sede de la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación de la Universidad de Zaragoza, donde hoy imparte clases Juan.

En su nuevo libro, Tú eres antes que todo. La correspondencia de Ramón Acín y Conchita Monrás, el autor nos acerca a la intimidad de esta pareja a través de las cartas que se enviaron, testimonio de un profundo amor que llevó a Conchita a seguir el destino de su marido. Porque cuando Acín, que ya había sufrido el exilio y la cárcel, se entregó –lo hizo porque no podía soportar el maltrato infligido a su mujer en uno de los intentos de localizarle--, Conchita exclamó: “Donde vaya mi Ramón, voy yo”. También fue ejecutada por los franquistas.

Dibujo de Ramón Acín

Dibujo de Ramón Acín

Asegura Juan que lo importante no es su texto, “sino la reproducción de los más de 200 documentos”. El valor de los dibujos y las tarjetas postales incluidos en su libro es magnífico, pero también el relato de Juan sobre una historia de amor en tiempos de barbarie. La de Ramón y Conchita.

“El título de este libro lo he tomado de una carta que Ramón escribió a Conchita desde la cárcel, posiblemente en 1923, cuando fue encarcelado por primera vez. Le decía que no le mandaba todas las cartas que quisiera, pero que pensaba permanentemente en ella y se empeñaba en transmitirle que en la prisión estaban bien, ‘todo lo relativamente bien que se puede estar sin libertad… y sin ti, mejor dicho, sin ti y sin libertad porque tú eres antes que todo’”.

Ramón Acín junto a su perro Tobi /  FUNDACIÓN ACÍN

Ramón Acín junto a su perro Tobi / FUNDACIÓN ACÍN

Los papeles que se enviaron Ramón y Conchita, continúa, “contienen tanta belleza, tanta ternura y tanto humor” que no le parecía suficiente con transcribir el contenido de las cartas. “He querido mostrar los documentos para que el lector esté lo más cerca posible de las postales personalizadas, de las hojas arrancadas de cuadernos, de los dibujos de los personajes que Ramón y Conchita inventaron para jugar, para sentir que ellos también eran un poco niños —como escribieron varias veces en sus cartas—, para imaginar el tacto de los humildes papeles reutilizados que se enviaban y que Conchita guardó con mucho cuidado por pequeños que fueran, convencida de que, en realidad, eran preciadas virutas del amor que Ramón le profesaba. Leeremos estas cartas en la caligrafía apresurada de Ramón, con manchas de tinta, con sus añadidos, con sus tachaduras y con las imperfecciones del papel", detalla.

"Te diría que te quiero más que antes"

Así, en 1933, Acín se dirige a su esposa con indisimulado deje maño: "Mi querida Conchita: Recibí tu cartica, tan tuya, tan majica. Te diría que te quiero más que antes, pero solo te puedo decir que te quiero tanto como antes, si no te pondrás que no podrás vivir". Ella tampoco disimula su devoción por su compañero: "Ya ves que te dedico antes de dormir una postal clara y serena como estoy, ya sin influir para nada ni los truenos que en este momento se oyen, deben ser salvas a la alegría que acabas de traerme. No quieres, no quieres que esté triste. Yo tampoco quiero, eso precisamente me apenaba. Estoy y estaba esta tarde, esta mañana, todo el día alegre como siempre, más que siempre ¡soy tan feliz! Y a pesar de ello no me reía y tú te entristecías".

"La correspondencia entre Ramón y Conchita es un poema de amor sostenido durante 18 años. Ramón y Conchita tejieron un universo de complicidad y ternura, un mundo propio hecho con palabras", afirma el escritor.

Tarjeta postal incluida en el epistolario de Ramón Acín y Conchita Monràs

Tarjeta postal incluida en el epistolario de Ramón Acín y Conchita Monràs

Tarjeta enviada por Ramón Acín

Tarjeta enviada por Ramón Acín

El libro incluye también cartas que Acín envió a sus hijas Katia y Sol, que tras el asesinato de sus padres, tuvieron que cambiar de nombre y ser bautizadas para evitar la persecución franquista. Katia, catedrática de instituto, se casó con Federico García Bragado y tuvo cinco hijos. Uno de ellos es Ramón García Bragado, ex teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona.

Quien escribe estas líneas agradece la mención de Víctor Juan en su nuevo libro. Pero, sobre todo, el placer de poder leerle y considerarle un amigo.