“Ningún color carece de significado”, afirma Eva Heller en su libro Psicología del color de la editorial GG. Un magnífico estudio sobre la importancia y el significado de los diferentes colores, los sentimientos y las emociones que nos provocan, dependiendo del contexto, así como sus dispares simbolismos a lo largo de la historia. El volumen nos desvela además numerosas curiosidades como, por ejemplo, que fue la reina Victoria de Inglaterra, en 1840, la que puso de moda casarse de blanco y con velo; que Napoleón Bonaparte murió a causa de su afición por el verde, un color que por aquel entonces se lograba añadiendo arsénico al tinte; también que en época del emperador Carlomagno los pobres debían vestir con ropa gris o que hasta mediados del siglo XX el rosa estaba considerado un color masculino y no femenino como lo es ahora.
Los colores desempeñan un papel extraordinariamente relevante en nuestra vida sin que, apenas, seamos conscientes de ello. Aunque resulta innegable que influyen en todos los ámbitos, en la moda y en el diseño alcanzan más notoriedad.
Quién y cómo se elige el color del año
Cada año, una suerte de oráculo fashionista, conformado por prescriptores y gurús de diversa índole, promulga las tendencias que dominarán todos los aspectos estéticos del diseño. Desde hace más de 20 años, Pantone, la autoridad mundial del color por excelencia, dictamina qué paleta de colores dominará en las prendas, los complementos, los textiles, la cosmética, el interiorismo, la decoración, el diseño gráfico, industrial o arquitectónico, e incluso en la comida.
La empresa de clasificación e identificación de colores lleva desde los años 60 liderando el sector. Primero con la creación, en 1963, del Pantone Matching System, un innovador sistema estandarizado que permite identificar y reproducir de manera precisa, en cualquier lugar del mundo, un determinado color mediante un código. Algunos años después, en 1986, nace el Pantone Color Institute, la unidad de negocio responsable de elegir el color del año. Una designación que, lejos de lo que algunos puedan pensar, no es un asunto baladí, fruto del azar o de caprichosos gustos personales.
Y el color del 2022 es…
El proceso de selección lo lleva a cabo un grupo de expertos en la materia que analiza e investiga exhaustivamente, durante meses, los factores que influyen en los mercados como pueden ser las redes sociales, el arte, la industria del entretenimiento, los destinos turísticos o la moda para escoger finalmente aquel que mejor refleje “lo que está ocurriendo en nuestra cultura mundial y expresa la respuesta a lo que la gente busca en este color”, explica Laurie Pressman, vicepresidenta de la institución. El Cerulean inauguró en el 2000 este lucrativo ritual que lleva más de dos décadas poniendo la nota de color al estado anímico global y que se repite, religiosamente, cada año.
Si en 2021 fueron dos los elegidos, el Ultimate Grey (PANTONE 17-5104) y el Illuminating (PANTONE 13-0647), el 2022 es el turno del Very Peri (PANTONE 17-3938), un tono azul bígaro mezclado con cierto matiz rojo violáceo que, según sus responsables, “aporta una mezcla estimulante y novedosa gracias a la fusión de la fidelidad y constancia del azul con la energía y entusiasmo del rojo”.
Tonos violetas, morados y lilas
La inesperada transformación que vive actualmente nuestro mundo, inmerso en un intenso periodo de cambios vertiginosos y aislamientos forzosos, ha sido un factor decisivo en su elección. “Nuestras nociones y estándares están cambiando, y nuestras vidas físicas y digitales se han fusionado en nuevas formas. El diseño digital nos ayuda a estirar los límites de la realidad, abriendo la puerta a un mundo virtual dinámico donde podemos explorar y crear nuevas posibilidades del color”, explican desde el instituto, y apuntan que “Very Peri ilustra la fusión de la vida moderna en correspondencia con las tendencias de color en el mundo digital y cómo juntos se manifiestan en el mundo físico y viceversa”. Un discurso muy bien argumentado que teñirá las pasarelas y escaparates de todo el mundo con tonos violetas, morados y lilas. Y aunque sin duda la versátil tonalidad del malva tendrá un gran protagonismo en la nueva temporada, también es cierto que cada vez más son los propios consumidores los que acaban dictaminando qué triunfa y qué no.
Según Eva Heller, autora de Psicología del color, el violeta es “el color de los sentimientos ambivalentes” y tiene más detractores que partidarios. La calle y las redes sociales tienen la última palabra. Ya saben lo que dice el refrán: para gustos…